San Pedro Sula, Honduras.
Los altos niveles de mora y las condonaciones que se otorgaron a algunos sectores de la producción hondureña en períodos gubernamentales anteriores han convertido al Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa) en una institución incapaz de ser más ese brazo de apoyo financiero para los productores, lo que obliga a buscar soluciones inmediatas.
Este año en el Congreso Nacional se ha mocionado en dos ocasiones para enfrentar la crisis experimentada por varios segmentos del sector productivo.
Entre febrero y marzo se habló de fusionar el Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi) y Banadesa, con el fin de que fueran un solo banco de segundo piso, lo que implicaba una institución financiera que colocaría créditos a través de la banca privada nacional.
Sin embargo, no se ha concretado nada y solo se mencionan seguimientos.
“Hasta el momento, esta discusión no ha entrado todavía al Congreso Nacional, pero la Comisión de Finanzas le está dando seguimiento al tema de la fusión”, indica Fátima Mena, presidenta de la bancada del Partido Anticorrupción (PAC).
Los altos niveles de mora y las condonaciones que se otorgaron a algunos sectores de la producción hondureña en períodos gubernamentales anteriores han convertido al Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa) en una institución incapaz de ser más ese brazo de apoyo financiero para los productores, lo que obliga a buscar soluciones inmediatas.
Este año en el Congreso Nacional se ha mocionado en dos ocasiones para enfrentar la crisis experimentada por varios segmentos del sector productivo.
Entre febrero y marzo se habló de fusionar el Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi) y Banadesa, con el fin de que fueran un solo banco de segundo piso, lo que implicaba una institución financiera que colocaría créditos a través de la banca privada nacional.
Sin embargo, no se ha concretado nada y solo se mencionan seguimientos.
“Hasta el momento, esta discusión no ha entrado todavía al Congreso Nacional, pero la Comisión de Finanzas le está dando seguimiento al tema de la fusión”, indica Fátima Mena, presidenta de la bancada del Partido Anticorrupción (PAC).
A la vista
No obstante, sí hay algo que está a la vista: Wilfredo Paz, diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre) confirma a LA PRENSA que en la primera quincena de agosto arrancan las operaciones de Banrural de Guatemala (Banco de Desarrollo Rural) en Honduras.
El hecho coincide con el plazo de espera anunciado en mayo pasado por el presidente Juan Orlando Hernández. Sin embargo, para el congresista Paz la llegada de Banrural de Guatemala implica la privatización de una institución (Banadesa) que tiene por objetivo servir sin fines de lucro al sector productivo hondureño.
Marcial Caballero, secretario general adjunto de la Central General de Trabajadores (CGT), posee el mismo criterio de Wilfredo Paz y añade que la intención de privatizar Banadesa se remonta a 1992, en los tiempos del expresidente Rafael Leonardo Callejas, cuando se publicó la Ley para la Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola.
Jacobo Paz, ministro de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), enfatiza -tras una breve consulta sobre el tema- a LA PRENSA que Banrural operará como banco en Honduras, sin que esto represente la adquisición de Banadesa.
“Anticipo: Banadesa no está siendo comprada por Banrural. Este nuevo ente viene a operar como institución bancaria”, sostiene.
Puntos de vista
Al respecto, Wilfredo Paz dice que la fusión de Banhprovi con Banadesa es una mejor alternativa porque se mantendría una política pública de Estado que estaría pendiente de los recursos que se destinan a la población que se dedica al agro.
Agrega que Banadesa debería contar en la actualidad con un capital de L60 mil millones, pero solo tiene en sus arcas L3,500 millones. En tanto, Banhprovi contabiliza L2 mil millones para la asignación de fondos agrícolas, según el portal de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS). Ambas circunstancias, según el diputado de Libre, propician la búsqueda de una salida correcta que derive consecuencias favorables para los productores.
Para Fátima Mena, Banrural cubrirá un segmento del mercado que no es prioridad para la banca nacional. “La expectativa es que Banrural cumpla con préstamos blandos y accesibles para el sector agrícola, además que los fondos no se destinen a los grandes productores, sino a quienes tienen limitado el acceso a créditos”, dice.
Marcial Caballero refiere que el sector agrícola todavía no posee la información necesaria sobre las consecuencias que les generaría la llegada de la nueva institución bancaria.
En este punto, el diputado de Libre adelanta que tras la llegada del banco guatemalteco, no se otorgarían préstamos con tasas de interés de 6%, 10% o 12%, sino que serán más altas.
