21/12/2024
12:37 AM

Más de 500,000 hondureños urgen de una vivienda

Tegucigalpa. Las esperanzas de tener una vivienda se han desvanecido para más de 500,000 hondureños que se ven obligados a alquilar o vivir en condiciones paupérrimas en los cinturones de pobreza de las principales ciudades del país.

A esta escalofriante cifra se suman aproximadamente 600 mil hogares que necesitan mejoras o ampliaciones de sus casas de habitación.

“El déficit habitacional, actualmente, es de 500 mil viviendas nuevas y 600 mil unidades que necesitan mejoras o ampliaciones como mejoras el techo, paredes, piso, colocarles letrinas o al sistema de alcantarillado”, dice Silvio Larios, gerente general de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico).

Asimismo, proyecta que ese medio millón de personas sin vivienda puede crecer entre 1 a 1.5%, que será una necesidad palpable y que se podrá ver el comportamiento real cuando una persona haga su solicitud a un ente de crédito para comprar una vivienda.

Según Larios, esta cifra se ha mantenido porque los hondureños no procuran tener su propia casa, sino que optan por el hacinamiento.

“El déficit se ha mantenido desde los últimos 6 años porque la gente también se acomoda. La necesidad existe. Puede ser de unas 40 a 50 mil unidades nuevas por año, pero la gente lo que hace es que se va hacinando, se pueden encontrar tres o cuatro familias dentro de una misma casa”, explica. Expone también que otro problema es que los hondureños optan por la construcción de casas mal edificadas, porque los materiales están aumentando de precio; no obstante, dice que existen materiales alternos con menos costos de adquisición. “Nada más es de pelear un poquito con la mentalidad que tenemos para botar esos esquemas, ya que el hondureño si no es un casa de material no la quiere”, manifiesta Larios.

Falta de financiamiento

Otro aspecto importante que impide la comprar o construcción una vivienda es la falta de crédito a largo plazo. También, los altos porcentajes de cobro por concepto de intereses en la banca nacional.

“No hay acceso a crédito a largo plazo, no hay intereses preferenciales, si se quiere estimular la construcción de viviendas sociales, hay que tratar que la banca baje sus intereses y que sean altamente competitivos”.

Otros factores que se deben asegurar para lograr el despegue del sector es la seguridad jurídica de la tierra y los mecanismos de credibilidad del sistema.

Según Larios, la reciente alza de L8 a la bolsa del cemento en la zona central del país, provocará un impacto de 1% a una casa con un costo de L.500 mil.

“Si trasladamos ese aumento a una vivienda que ande cerca de L500 mil, el costo de construcción tendría un impacto cerca del 1%, con lo que aumentaría a L505 mil, y eso la gente no lo tenía previsto”.

Larios resaltó que la Ley de Viviendas se analiza muy seriamente por el Gobierno. “Además ya está la creación del Banco Solidario que apoyará a este sector, parecido al Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi), solo que aquí se hace presente el sector privado con un 60%”, indica.

No hay políticas

Por su parte, Jacobo Bertrand, presidente del Colegio de Arquitectos de Honduras (CAH), deplora que el Gobierno no brinde suficiente apoyo a los hondureños que desean tener su vivienda. “El Gobierno no ha ayudado mucho, porque los fondos de Banhprovi deberían ser proporcionados por ellos y no por otros bancos. Con esto los intereses bajarían un 3%, es decir, se pagaría al 8%”.

Para que se evidencie un impacto positivo en la economía nacional, el Gobierno debe impulsar proyectos de viviendas masivos para reducir el déficit habitacional y generar fuentes de empleo, dice Helmis Cárdenas, vicepresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE).