La roya, que afecta al 25% de las 280.000 hectáreas de café en Honduras, ha llevado a la mayoría de las familias de productores y jornaleros a una situación crítica en la que no pueden satisfacer sus necesidades básicas, advitieron este jueves expertos que presentaron un estudio.
'Las conclusiones que tenemos del estudio es que la mayoría de las familias de los productores y jornaleros' dedicadas a la caficultura 'no pueden atender sus necesidades básicas y muestran una alimentación de baja calidad', afirmó la asesora de la organización internacional Oxfam, la francesa Claudie Meyeres.
La investigación, presentada por Meyeres en un hotel capitalino, fue elaborado con el 'objetivo de establecer una línea de base de la situación alimentaria y medios de vida' de los habitantes.
Según el informe, 110.000 productores, en su mayoría dueños de pequeñas parcelas, 'experimentarán una reducción importante en sus ingresos a causa del brote de roya', un hongo que destruye las plantas y que se ha extendido por Centroamérica en los últimos meses.
El estudio se realizó en dos municipios productores: Lauterique, departamento de La Paz, 100 km al noroeste de la capital, que tiene una población de 2.824 habitantes, y San Nicolás, departamento de Copán, 400 al norte, con 5.947 pobladores, dos de los más afectados por la plaga.
A los hogares muy pobres de Lauterique el ingreso 'apenas les alcanza para el 80% de los alimentos', según el estudio.
En los hogares pobres y medios, 'la propia producción de alimentos típicamente cubre las necesidades en calorías' y 'complementan la calidad de su dieta con frutas de su propia producción y la compra de carne y vegetales'.
En la temporada cafetera 2012-2013 que cerró el 30 de septiembre pasado Honduras exportó 5,7 millones de sacos de 46 kilos de café, mientras que en el periodo 2011-2012 exportó 7,2 millones.
Para la cosecha 2013-2014, las exportaciones se reducirán a 5,5 millones de sacos por efectos del hongo, según fuentes oficiales.
La plaga de la roya afecta ya a casi la mitad de las plantaciones de Centroamérica, donde se ha perdido al menos 500.000 empleos e ingresos por exportaciones del orden de los 681 millones de dólares, según estudios de organismos internacionales.