El año 2015 fue un buen año para el negocio financiero en Centroamérica. Por un lado registraron importantes crecimientos en los distintos países de la región, los que promediaron el 10%.
Pero a su vez, ha sido un año que marcará “un antes y un después” en el negocio tras lo sucedido en Honduras al Banco Continental, cerrado en octubre por su participación en actividades de lavado de activos, según señalamiento de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac, por sus siglas en inglés) del Departamento de Estado de Estados Unidos.
D&N habló de estos aspectos con el presidente del grupo financiero Lafise, Roberto Zamora Llanes, en una reciente visita a Honduras para lanzar el proyecto de construcción del nuevo Centro Cívico Gubernamental en Tegucigalpa.
Lafise manejará un fideicomiso referencial de al menos 220 millones de dólares que costará la obra.
¿Cómo estuvo el negocio financiero en 2015?
Como grupo (financiero), 2015 fue sumamente bueno en todos los países. Creemos que aunque 2016 es un año en el que se está hablando mucho de la crisis en los países emergentes, y que nosotros somos uno de ellos, Centroamérica no va a estar en crisis.
Tenemos la bendición del cielo de que el precio del petróleo está sumamente bajo, y eso es un ahorro de recursos demasiado grande para los países.
¿Y lo están aprovechando?
Bueno, eso es parte ya de la labor de todos, pero por lo menos lo tenemos sobre la mesa, y el ahorro en un lempira en la gasolina, en la energía eléctrica, eso permite que cada familia de Honduras tenga una plata más que puede ahorrar todos los meses y que al mismo tiempo, si no ahorra y lo invierte, pues también se dinamiza la economía; el consumo es lo que mueve las economías, y si cada familia tiene más plata para gastar en ropa, comida y diversiones, el Gobierno va a recoger más impuestos y ellos van a tener una mejor calidad de vida.
¿Cuál es el ritmo de crecimiento de la banca en Centroamérica?
En todos los países varía. El país que más creció en la parte económica fue Nicaragua, el segundo país es Honduras. Los otros países han crecido menos.
Hablemos de otro tema: ¿cómo evalúan ustedes la liquidación de Continental?
Bueno, eso va a ser un antes y un después en Honduras. Yo creo que eso representa una alerta, eso representa una señal de que las cosas han cambiado y que Estados Unidos está mucho más activo en la región de Centroamérica, no solamente en Honduras.
¿Y eso es bueno?
Yo creo que es muy bueno.
¿Cómo ven ustedes la llegada a la región de varios grupos financieros extrarregionales?
La competencia es sana, el caso es que no nos durmamos, nadie, ni ellos ni nosotros. Ahora, las circunstancias cambian, hemos visto entrar actores grandes, anteriormente estaba Citi Bank y salió Citi Bank, estaba HSBC y salió HSBC; o sea, no solamente por ser grandes quiere decir que los grupos más pequeños, locales, tienen amenaza fuerte. Yo creo que el ser eficiente, el buscar su nicho, el controlar sus costos, el hacer bien las cosas, paga.
¿Qué riesgos identifican en la región?
Mire, ahorita el riesgo principal que nosotros vemos es el riesgo de los bancos corresponsales, porque como usted dice lo de Honduras y lo de Banco Continental mandó una señal muy fuerte a la banca corresponsal, en la cual los negocios que hace Centroamérica son relativamente pequeños para las utilidades de los bancos corresponsales versus el riesgo de las multas que están recibiendo de parte de los reguladores americanos.
Entonces hoy quedan prácticamente cuatro bancos corresponsales, Citi Bank, el JP Morgan, Wells Fargo y Bank of America, pero esos cuatro cada vez están queriendo hacer menos negocios con Latinoamérica.
Entonces hoy algo en que se tiene que poner mucha atención es el riesgo de los bancos corresponsales, ya que hoy también como bancos no podemos existir si no tenemos bancos corresponsales.
Roberto Zamora, CEO de Lafise
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Bueno, son los temas del control del lavado de dinero, del control del narcotráfico, que cada vez más se ha vuelto el área de cumplimiento demasiado fuerte en los bancos corresponsales.
Entonces, la presión que estamos recibiendo los bancos locales en toda Centroamérica y en toda Latinoamérica de que se conozca al cliente, de saber exactamente qué hace su cliente, es bien grande, y esa responsabilidad es el pan nuestro de cada día, es con lo que tenemos que vivir.
El cliente no solamente tiene que mostrar que es bueno, sino que lo tiene que demostrar. Entonces los bancos le dicen: bueno, va a hacer una transferencia a tal lado, justifíquemela, ¿por qué?, enséñeme la factura, ¿de dónde le vienen estos fondos?, ¿por qué le están llegando estos fondos?, y así están los (bancos) corresponsales.
¿Y de qué requerimos para enfrentar esos riesgos? ¿De más leyes?
Ya no se están volviendo tan importante las leyes locales, nosotros tenemos que hacer el trabajo independientemente de que haya leyes o no haya leyes.
Las leyes sí se están fortaleciendo, de lavado de dinero, las leyes de conozca a su cliente y de transparencia se están fortaleciendo en todos lados, no hay alternativa.
Pero independientemente de que haya leyes o no, los bancos corresponsales están haciendo su trabajo y nos obligan a nosotros a que si no tenemos un departamento de Cumplimiento sumamente estricto, si no podemos justificar las transacciones que pasamos a través de ellos, nos pueden quitar la corresponsalía.
¿Y eso podría llegar al extremo de poner a un banco en la línea de salir del sistema, de cerrar?
Así se podría llegar.
¿A un corto tiempo?
Bueno, el banco que no esté en esa línea podría pasar por eso.
Algunos presidentes de bancos nacionales consideran que las reglas de Basilea a veces frenan el accionar de la banca en actividades consideradas riesgosas, como el agro.
¿Usted comparte ese criterio?
Todo el negocio bancario está cambiando y está cambiando para ser más duro, no para ser más suave, y nos tenemos que ajustar, tenemos que seguir todas las regulaciones, y aquí no hay mucha flexibilidad de parte nuestra como banco, sino que seguir los patrones, lo que está dictando Basilea II, Basilea III; hay unos países que lo tratan de implementar más rápido, tener un poquito más de tiempo.
En los Estados Unidos va a entrar en funcionamiento hasta 2019; en algunos países de Centroamérica ya lo quieren implementar, pero es un tema de ajustes a más controles.
En la parte de la evasión fiscal hay una parte del FATCA donde los bancos tenemos que reportar todas las transacciones de ciudadanos norteamericanos que tienen cuentas con los bancos en Latinoamérica, y eso es a nivel mundial.
Entonces, los estadounidenses están cerrando el círculo a través no solamente de los Gobiernos, sino también a través de los bancos, y aquel banco que no siga los lineamientos del FATCA (Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras) también tiene problemas y tiene la responsabilidad de informar directamente al departamento de ingresos de los EUA de todas las operaciones que hace cualquier ciudadano americano, hay que reportar esas cuentas.
¿Se está volviendo más complejo el negocio bancario?
Más complejo, parece mentira, sin embargo, el tema del financiamiento al terrorismo es algo a lo que los estadounidenses le están poniendo un seguimiento demasiado estrecho, demasiado cerca, demasiado fuerte, y aunque no lo veamos o no lo percibimos, parece que hay y hay bastante.
Y en Centroamérica, una región que a veces sentimos muy lejana al terrorismo, ¿cómo perciben esas regulaciones ustedes?
Es que realmente nosotros no sabemos toda la película, por eso es que vienen las regulaciones, y si están sacando las regulaciones es que tienen que haber detectado grandes cantidades de cosas pasando, y cada vez que usted se encuentra algo o una cuenta y no hay justificación, entiende más de por qué están pasando esas cosas.
¿Y ustedes en sus bancos han detectado eso?
Nosotros sí hemos detectado, sí, el área de Cumplimiento es una área fuerte y a veces no pueden justificar transferencias y se tienen que rechazar las transferencias cuando un cliente no puede justificar por qué le vinieron 100,000 dólares o 200,000 dólares.
Y cuando lo detectan, ¿cuál es el procedimiento: solo se rechaza o se comunica a la oficina de EUA? Las dos cosas, dependiendo de la situación.