San Pedro Sula, Honduras.
Honduras reporta uno de los mayores incrementos de consumo de acero laminado a nivel de América Latina.
Solo en los primeros seis meses de este año se importaron 35,000 toneladas adicionales, que representan un crecimiento de 27% con relación al mismo período de 2015, según la Asociación Latinoamericana de Acero (Alacero).
En cifras de consumo, solo Perú supera a Honduras, registrando 80,000 toneladas adicionales, pero el crecimiento es de 6%. En tercer lugar queda Panamá con 6,000 toneladas adicionales y un incremento interanual de 3%.
Ismael Zepeda, economista del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), es del criterio que el dinamismo en las importaciones de acero corresponde a la expectativa en el sector de la construcción. “Realmente la actividad está levantándose”, agrega.
El Banco Central de Honduras (BCH) confirma que la construcción atraviesa una senda de crecimiento registrando una variación de 2.1% a junio de 2016, asociado a mayores edificaciones residenciales, industrias, prestación de servicios y ampliación de obras existentes en Choloma, Villanueva y San Pedro Sula.
En el mundo
Los analistas prevén que las compras de acero laminado en América Latina bajarán 3.4%, llegando a las 64.4 millones de toneladas. Lo anterior versa a una menor demanda y la sobrecapacidad instalada está generando fuerte presión exportadora sobre todo para los productores chinos, que invaden los mercados internacionales con bajos precios.
Luis Alberto Guifarro, jefe del departamento de Economía en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), sostiene que hay un desequilibrio en la demanda mundial de acero, provocado por el cambio en el modelo económico chino hacia la demanda externa.
“Eso significa que la economía China se ha orientado más a favorecer el consumo. Al hacer esto, el ritmo de inversión, denotado en fechas anteriores, ha provocado una caída en el precio y volúmenes negociados en acero”, explica.
Honduras reporta uno de los mayores incrementos de consumo de acero laminado a nivel de América Latina.
Solo en los primeros seis meses de este año se importaron 35,000 toneladas adicionales, que representan un crecimiento de 27% con relación al mismo período de 2015, según la Asociación Latinoamericana de Acero (Alacero).
En cifras de consumo, solo Perú supera a Honduras, registrando 80,000 toneladas adicionales, pero el crecimiento es de 6%. En tercer lugar queda Panamá con 6,000 toneladas adicionales y un incremento interanual de 3%.
Ismael Zepeda, economista del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), es del criterio que el dinamismo en las importaciones de acero corresponde a la expectativa en el sector de la construcción. “Realmente la actividad está levantándose”, agrega.
El Banco Central de Honduras (BCH) confirma que la construcción atraviesa una senda de crecimiento registrando una variación de 2.1% a junio de 2016, asociado a mayores edificaciones residenciales, industrias, prestación de servicios y ampliación de obras existentes en Choloma, Villanueva y San Pedro Sula.
En el mundo
Los analistas prevén que las compras de acero laminado en América Latina bajarán 3.4%, llegando a las 64.4 millones de toneladas. Lo anterior versa a una menor demanda y la sobrecapacidad instalada está generando fuerte presión exportadora sobre todo para los productores chinos, que invaden los mercados internacionales con bajos precios.
Luis Alberto Guifarro, jefe del departamento de Economía en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), sostiene que hay un desequilibrio en la demanda mundial de acero, provocado por el cambio en el modelo económico chino hacia la demanda externa.
“Eso significa que la economía China se ha orientado más a favorecer el consumo. Al hacer esto, el ritmo de inversión, denotado en fechas anteriores, ha provocado una caída en el precio y volúmenes negociados en acero”, explica.