San Pedro Sula, Honduras.
El sector de la pesca en Centroamérica produce cerca de 500,000 toneladas métricas de productos pesqueros en sus distintas formas: artesanal, industrial y acuicultura.
De esa cantidad, un 60% es exportada a Estados Unidos, la Unión Europea y Asia. El porcentaje que queda para el consumo local ha incrementado en los últimos años de manera considerable.
Las discusiones sobre la actividad de la pesca y la acuicultura de la región cerraron la Semana del Desarrollo Rural Territorial que culminó ayer.
En dos días dedicados exclusivamente al tema, ministros de Agricultura, organizaciones y pescadores identificaron las estrategias y alternativas regionales de interés común.
Mario González Recinos, director regional de la Oficina Centroamericana de Pesca (Ospesca), refiere que la región es de las que menos productos pesqueros consume, calculándose un promedio de 8 o 9 kilogramos por persona al año, que refleja una mejora de los 2.5 registrados en la década de los 90.
“He visto que el promedio mundial de consumo de productos pesqueros es de 19 kilogramos. Aunque hemos visto una mejora en la región, sigue siendo muy bajo”, dice.
Como alternativa, la nueva política que Ospesca, oficina del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), promovió y socializó esta semana es que en una década el consumo se eleve a 14 kilos por persona al año.
“Eso implica campañas de formación, promoción de los productos pesqueros, producir más, tratar de llevar alimentos a lugares donde tradicionalmente no se consumen productos pesqueros y darle valor a los productos locales”, indica González Recinos.
En las conversaciones, los funcionarios y expositores coincidieron en que estos alimentos llegan caros al consumidor por la cadena de distribución, donde prevalece más la venta de mayoristas que el esfuerzo del pescador.
Aunado al precio, el directivo de Ospesca sugiere que los centroamericanos tienen una cultura peculiar en la que el consumo de carne ha tenido un atractivo muy fuerte, aunque los productos pesqueros tengan más bondades. “Si comparamos la carne roja con el pescado, este último es más nutritivo”, concluye.
El sector de la pesca en Centroamérica produce cerca de 500,000 toneladas métricas de productos pesqueros en sus distintas formas: artesanal, industrial y acuicultura.
De esa cantidad, un 60% es exportada a Estados Unidos, la Unión Europea y Asia. El porcentaje que queda para el consumo local ha incrementado en los últimos años de manera considerable.
Las discusiones sobre la actividad de la pesca y la acuicultura de la región cerraron la Semana del Desarrollo Rural Territorial que culminó ayer.
En dos días dedicados exclusivamente al tema, ministros de Agricultura, organizaciones y pescadores identificaron las estrategias y alternativas regionales de interés común.
Mario González Recinos, director regional de la Oficina Centroamericana de Pesca (Ospesca), refiere que la región es de las que menos productos pesqueros consume, calculándose un promedio de 8 o 9 kilogramos por persona al año, que refleja una mejora de los 2.5 registrados en la década de los 90.
“He visto que el promedio mundial de consumo de productos pesqueros es de 19 kilogramos. Aunque hemos visto una mejora en la región, sigue siendo muy bajo”, dice.
Como alternativa, la nueva política que Ospesca, oficina del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), promovió y socializó esta semana es que en una década el consumo se eleve a 14 kilos por persona al año.
“Eso implica campañas de formación, promoción de los productos pesqueros, producir más, tratar de llevar alimentos a lugares donde tradicionalmente no se consumen productos pesqueros y darle valor a los productos locales”, indica González Recinos.
En las conversaciones, los funcionarios y expositores coincidieron en que estos alimentos llegan caros al consumidor por la cadena de distribución, donde prevalece más la venta de mayoristas que el esfuerzo del pescador.
Aunado al precio, el directivo de Ospesca sugiere que los centroamericanos tienen una cultura peculiar en la que el consumo de carne ha tenido un atractivo muy fuerte, aunque los productos pesqueros tengan más bondades. “Si comparamos la carne roja con el pescado, este último es más nutritivo”, concluye.