Como un 'circulo virtuoso' calificó Robert Rennhack, subsecretario del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la gestión económica que en los últimos años se ha hecho en Honduras.
Lo anterior no es un logro menor si se considera que el país mantuvo si economía inclinada al crecimiento en momentos en los que el desempeño económico global es menos que alentador.
En el marco de su participación en la Cumbre Nacional de Negocios, Rennhack alabó especialmente los logros en materia de control del gasto público y la mejora en la recaudación fiscal, a la vez que recalcó la necesidad de fortalecer el marco institucional que siente las bases de un sistema más duradero que apoye el crecimiento económico.
De esta manera, las proyeciones de crecmiento económico, aunque modestas, son sufientea para mantener a Honduras en la senda correcto con previsiones de que este año, el producto interno bruto (PIB) crecerá 3.4%, llegando a 3.6% en 2017.
Empañan estas perspectivas en enfriamiento de las potencias emergentes como Brasil, Rusia y principalmente China, cuyo enfoque en el consumo interno provoca una menor demanda de materias primas, con la consiguiente caída de precio de estas. Este extremo, no obstante, todavía beneficia a países importadores de estas materias como es es caso en Honduras, pues al comprar a precios bajos, reduce los costos de producción, en especial los de bienes manufacturados.
Representantes de la misión del Fondo Monetario Internacional que se encuentran de visita en San Pedro Sula.
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Estabilidad macroeconómica
Con todo y ese panorama, el representante del FMI aseguró que Honduras logrará mantener la estabilidad macroeconómica apoyándose en el consumo y la inversión. Rennhack remarcó que el beneficio derivado de la caída del precio del petróleo ya produjo el beneficio que podía producir, por lo que no se espera más beneficios por esa vía.
Sin embargo, apuntó que el factor más importante para mantener la estabilidad de la macroeconomía es el ajuste de las cuentas fiscales de la nación, lo cual ya ha logrado bajar el déficit fiscal de casi 8% en 2013 a menos de 2% en la actualidad.