San Pedro Sula, Honduras.
La tuberculosis y brucelosis bovina son dos enfermedades de gran importancia por su comportamiento crónico en los animales y las grandes pérdidas económicas que provocan.
La Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh) indica que si en un hato de 1.5 millones de cabezas de ganado hay una infestación del 5% significa una pérdida de $90 millones para la actividad ganadera en la producción de leche y $41 millones en ganado de carne. “Dejamos de producir cerca de 75 mil novillos al año a raíz de los abortos que producen estas enfermedades”, refiere Edgardo Leiva, asesor de la Fenagh.
Esta institución espera que los programas de repoblación bovina que ejecutan junto con el Gobierno sean un éxito. “Hablamos de la inserción en el mercado. Entre ellos está la planta Carnes y Derivados (C&D) con el programa de brucelosis y tuberculosis, y la trazabilidad, que consiste en identificar al ganado y cómo ponerle placas a las vacas. Eso hará que se aproveche el financiamiento que se destina a este sector productivo”, agrega Leiva.
La semana pasada, autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) realizaron una visita de tipo diagnóstico junto con asesores de la Fenagh y representantes de la Cámara de Fomento Ganadero de Honduras (Cafogah) y el Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi) con el fin de reiniciar en mayo las operaciones de la extinta planta C&D ubicada en Catacamas, Olancho. “Empujamos a que los ganaderos formen su propia empresa y que sea de utilidades para conectar al productor con el mercado”, indica Leiva.
Resultados
Julio Aparicio, asesor presidencial en agricultura, confirma que los programas de repoblación bovina se han traducido en más terneros y partos por año. “Eso significa multiplicar la población bovina. Trabajamos en la brucelosis y tuberculosis, que son enfermedades que atacan directamente la producción y la reproducción animal, y trabajamos también en la fertilidad”.
Según el funcionario, se ha logrado un aumento de 12%. “Cuando entramos al Gobierno no teníamos ni 800 mil cabezas de ganado. Creemos que ahora tenemos 1.1 millones de cabezas de ganado”.
“Vamos a la par con los programas de tuberculosis, brucelosis y trabazabilidad. Implementaremos el proyecto la Guía de Transporte Única. De nada sirve la prevención de enfermedades si no tenemos trazabilidad y la guía de movilización de ganado”.
Lo anterior significa que cuando hay áreas en control, el ganado no puede transitar al libre albedrío.
“El tránsito de ganado debe ser regulado y así tendremos el éxito deseado”, agrega.
La tuberculosis y brucelosis bovina son dos enfermedades de gran importancia por su comportamiento crónico en los animales y las grandes pérdidas económicas que provocan.
La Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh) indica que si en un hato de 1.5 millones de cabezas de ganado hay una infestación del 5% significa una pérdida de $90 millones para la actividad ganadera en la producción de leche y $41 millones en ganado de carne. “Dejamos de producir cerca de 75 mil novillos al año a raíz de los abortos que producen estas enfermedades”, refiere Edgardo Leiva, asesor de la Fenagh.
Esta institución espera que los programas de repoblación bovina que ejecutan junto con el Gobierno sean un éxito. “Hablamos de la inserción en el mercado. Entre ellos está la planta Carnes y Derivados (C&D) con el programa de brucelosis y tuberculosis, y la trazabilidad, que consiste en identificar al ganado y cómo ponerle placas a las vacas. Eso hará que se aproveche el financiamiento que se destina a este sector productivo”, agrega Leiva.
La semana pasada, autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) realizaron una visita de tipo diagnóstico junto con asesores de la Fenagh y representantes de la Cámara de Fomento Ganadero de Honduras (Cafogah) y el Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi) con el fin de reiniciar en mayo las operaciones de la extinta planta C&D ubicada en Catacamas, Olancho. “Empujamos a que los ganaderos formen su propia empresa y que sea de utilidades para conectar al productor con el mercado”, indica Leiva.
Resultados
Julio Aparicio, asesor presidencial en agricultura, confirma que los programas de repoblación bovina se han traducido en más terneros y partos por año. “Eso significa multiplicar la población bovina. Trabajamos en la brucelosis y tuberculosis, que son enfermedades que atacan directamente la producción y la reproducción animal, y trabajamos también en la fertilidad”.
Según el funcionario, se ha logrado un aumento de 12%. “Cuando entramos al Gobierno no teníamos ni 800 mil cabezas de ganado. Creemos que ahora tenemos 1.1 millones de cabezas de ganado”.
“Vamos a la par con los programas de tuberculosis, brucelosis y trabazabilidad. Implementaremos el proyecto la Guía de Transporte Única. De nada sirve la prevención de enfermedades si no tenemos trazabilidad y la guía de movilización de ganado”.
Lo anterior significa que cuando hay áreas en control, el ganado no puede transitar al libre albedrío.
“El tránsito de ganado debe ser regulado y así tendremos el éxito deseado”, agrega.
Prevención
Héctor Ferreira, presidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores Sula (Agas), comenta que el mercado de leche y carne está abastecido, pero se deben tomar medidas a mediano y largo plazo para evitar la escasez. “Los productores debemos abrir los ojos y ser responsables para que el consumidor final esté satisfecho y no corramos riesgos”.
Cuando se abrieron las fronteras en noviembre de 2015, se logró abastecer el ganado y las lluvias favorecieron al sector. No obstante, la tendencia es incierta en el año 2016. “Les ruego no restar atención a El Niño. Debemos ser solidarios con todos los productores del país porque lo que se acerca aparenta ser fuerte y por eso vemos a bien las medidas que ha tomado el Gobierno con las cosechas de agua para asegurar la producción”, apunta Ferreira.
Hoy en día hay más de 2,700 animales trazados y 1,500 animales sacrificados. Del último número la prevalencia de enfermedades encontrada es inferior al 1%.
La encuesta del plan piloto se basa en 80 fincas con cerca de 20 mil cabezas de ganado, lo que significa un poco más del 10% trazado.
Leopoldo Durán, presidente de la Fenagh, asegura que el consumidor final no se ha visto afectado por las enfermedades en ganado debido a que la mayor parte de la leche que se consume en Honduras es pasteurizada o industrial.
Sin embargo, sobre la venta de productos sucedáneos o imitaciones de leche, el directivo explica que se trabaja para que los mercados y Gobiernos de la región conozcan la definición exacta de lácteos.
