Para adentrarse a mercados más sofisticados y garantizar un buen precio de venta del café, sin tener que depender de los commodities internacionales, muchos productores han decidido innovar y producir cafés certificados en distintas áreas.
Los tostadores e importadores mundiales ofertan desde $2.00 por cada libra de café certificado que adquieren del mercado hondureño.
Mientras que el aromático comercial sin sello se cotiza en este momento por debajo de $1.20 por libra, explicó Omar Rodríguez, gerente de Cooperativa Cafetalera Capucas Limitada (Cocafcal).
“Los granos certificados son una alternativa para contrarrestar las pérdidas por los bajos precios cifrados en la bolsa neoyorquina, ya que el grano se vende a mejor precio y no se depende del comportamiento del mercado exterior”, declaró.
Hay granos que por el tipo de sello que adquieren y por las características de textura y sabor llegan a venderse arriba de $3.50 la libra. Las certificaciones más comunes son: JAS, USDA Organic, Rainforest Alliannce y Starbucks.
El caficultor, señaló que de los 1,000 productores afiliados a la cooperativa Cocafcal, el 70% cuenta con dos o tres certificaciones internacionales, los que les permite llegar a mercados más exigentes como el europeo, asiático y australiano. “Los gastos de producción son más elevados cuando se cosechan granos de alta calidad. El proceso de producción, corte y secado son diferentes y requieren más tiempo. Aquí, el grano se seca en invernaderos solares y bajo estrictas medidas para conservar la calidad, olor y sabor, pero el esfuerzo se ve recompensado cuando se comercializa a un mejor precio”, manifestó.
Mercados exigentes. Monachesi Clacomo, administrador general de Associazione Umami Are, un grupo italiano de certificación internacional de cafés, dijo que los mercados se han vuelto más exigentes y buscan grano de alta calidad.
“Los dueños de cafeterías, tostadores y los importadores de todo el mundo exigen conocer la procedencia y la forma de producción. Prefieren los granos que están certificados. Una tasa de estos cafés hondureños pueden llegar a costar hasta $25 en una tienda europea”.
El experto destacó el trabajo que se hace en el país en el tema de certificación. “El café de Honduras, el que es certificado se vende muy rápido en el extranjero, porque tiene buena calidad y un sello que lo respalda”, aseguró Clacomo.
Un joven hace su trabajo con el secado de café. Dos personas muestran los granos recolectados.
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Tulio Aguilar, jefe del departamento de certificación de Cocafcal, mencionó que las certificaciones han obligado a los cafetaleros a implementar mejores prácticas de producción, permitiendo aumentar el rendimiento que este año esperan supere los 200 contenedores exportados; es decir, más de 87,000 quintales.
En Las Capucas, los productores solo cosechan dos veces, ya que el grano madura de forma uniforme. Mientras que en las fincas que no cuentan con este tipo de procesos llegan a realizar entre cinco y seis cortes por la lenta maduración del aromático.
“El buen manejo hace que todo el fruto madure al mismo tiempo y más sano; eso reduce el costo de producción de los cafetaleros”, puntualizó. Los sellos, además, exigen que se reforesten y cuiden las fuentes de agua, se regule el uso de los fertilizantes y productos químicos que contaminan el suelo”. “Las buenas prácticas agrícolas impidieron que el cambio climático afectara la cosecha 2015-2016, en Las Capucas”.
Una mujer corta los granos maduros de una planta.
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Comportamiento
Miguel Pon, gerente general de la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecafeh), indicó que son muchos los cafetaleros que han decidido certificar sus fincas para obtener un mejor precio de venta en el mercado internacional.
“El objetivo principal es conseguir un mejor precio y aunque muchas veces sí ayuda, no siempre garantiza que se vaya a lograr vender a un valor más alto, ya que todo depende de las exigencias del mercado.
El mundo del café es muy cambiante”, señaló.
Basilio Fuschich, presidente de Adecafeh, refirió que los exportadores trabajan con distintas certificaciones, y que estas sin duda han ayudado a mejorar el nivel de producción de las fincas.
Expresó que pese a la caída del precio en el mercado internacional, esperan captar más de $1,100 millones por las ventas.
Este comportamiento es influenciado por el alza en el volumen de producción, que esperan que sea de 8 millones de quintales, de los que 7 millones serán exportables.
Agregó que el ciclo cafetalero 2015-2016 generará un millón de empleos más, adicionales al millón que se genera cada año.