Latinoamérica parece haber retrocedido en materia de pobreza e inclusión social.
De acuerdo con el más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), titulado “Desarrollo social inclusivo: una nueva generación de políticas para superar la pobreza y reducir la desigualdad”, la región aumentó su número de personas en nivel de pobreza e indigencia como no lo hacía desde 2011.
Honduras, por su parte, ocupa el puesto número uno entre los países con mayor porcentaje de población en condición de pobreza con 60%, seguido de Guatemala (54%), México (52.3%) y Bolivia (45%).
Por su parte, los países con las mejores perspectivas en materia de población en pobreza son Uruguay (18.60%) y Chile (15.10%), que encabezan la lista.
Por encima de Colombia 32.7%, están Argentina (30%), Brasil (21.4%) e incluso Venezuela (31.6%).
Para los especialistas, esto se debe a que muchos de estos gobiernos han privilegiado las políticas sociales por encima de otros rubros, “lo que hace que su coeficiente de Gini refleje una brecha mucho menor en temas de pobreza y desigualdad que el que puede tener Honduras.
Mal crecimiento
Las estimaciones relativas a 19 países de América Latina indican que en 2014 existían 167 millones de personas en situación de pobreza, de las cuales 71 millones se encontraban en condición de pobreza extrema o indigencia; este valor demuestra un incremento respecto a 2013, cuando la región contaba con tan solo 165 millones en condiciones de pobreza y 69 millones en indigencia.
Para Luis García Echeverria, experto en economía y administración de la Universidad Javeriana, “la recomendación, en estos tiempos donde la economía no está tan favorable, es que los gobiernos realicen sus respectivos ajustes evitando los recortes en los programas sociales, porque esto genera que los índices de pobreza vuelvan a aumentar”.
Para el experto, otro aspecto que no se puede descuidar es el del empleo que está íntimamente relacionado con los niveles de pobreza.
$PieFoto
|
Para la organización “debe reanudarse la reducción de la pobreza y la indigencia para superar el estancamiento del progreso y se deben desplegar acciones vigorosas que eviten su eventual repunte”.
El talón de Aquiles
Si bien la Cepal destaca que ha habido un incremento en la esperanza de vida en la mayoría de los países durante las últimas décadas y algunas mejorías en el derecho a la vida y los derechos sociales (como en salud y educación), el talón de Aquiles de la región sigue siendo la noción de igualdad, que no hace referencia únicamente a la distribución de los ingresos.
En su concepto, “la igualdad se refiere a la redistribución de ingresos, activos y recursos, pero también a la autonomía, el reconocimiento de los sujetos y la dignidad”.
Según el organismo, en América Latina siguen arraigadas profundas disparidades entre distintos segmentos de la población, sobre todo en aspectos como el género, raza y etnia, así como en los diferentes ciclos de vida, como la infancia, la juventud y la vejez.