En 2008 surgió en San Pedro Sula el Helipuerto Volar con el objetivo de ofrecer un servicio alterno de transporte seguro y efectivo para viajes de negocios o placer.
Siete años el concepto sigue madurando en Honduras y ahora se ofrecen vuelos a Centroamérica y se venden helicópteros.
Volando alto
“Mi interés en la aviación nació en 1998. Tuvimos un helicóptero con unos amigos en sociedad, exactamente cuando estaba ocurriendo lo del huracán Mitch. De ahí por asuntos que uno de los socios no pudo seguir pagando su membresía, tuvimos que vender el helicóptero, pero yo quedé entusiasmado porque me gustó la aviación y la movilidad que rinde el tiempo y lo hace ser más eficiente a uno en sus actividades”, narra Emilio Medina, capitán y propietario del helipuerto Volar.
“En 2008 venía de Roatán con un amigo que tenía un helicóptero Robinson y volví a reactivar mi idea que algún día iba a tener mi propio helicóptero. Desde ese viaje empecé a darle forma de nuevo al negocio y trajimos la primera aeronave, pero quise hacerlo diferente a los demás”, explica el también reconocido cafetalero fundador de Beneficio Montecristo (Becamo), la mayor exportadora de café de Honduras y segunda en Centroamérica.
La idea de Medina versa en la comodidad y simplificar los tiempos. “Si quiero invertir en algo, lo haré bien”, relata. Volar tiene una sala VIP, estilo americano acondicionada con televisor, Internet, mesa de reuniones, aire acondicionado y aperitivos donde el pasajero puede hacer espera cómodamente para su vuelo o traslado a la ciudad.
En la actualidad, Volar cuenta con el modelo de Robinson, Turbina R66, certificada el 25 de octubre de 2010, que es considerado el mayor y más poderoso helicóptero de Robinson.
Este modelo es de capacidad para cuatro plazas. Además está disponible una nave R44 con capacidad para tres personas.
“Cuando el cliente lo necesite, viajamos a todas partes de Honduras. Eso nos ha permitido visitar todos los lugares del país. A nivel de Centroamérica volamos mucho a Guatemala, El Salvador y un poco a Nicaragua. Un par de veces hemos ido a Belice”, refiere Medina.
La pista de aterrizaje de Volar fue diseñada cumpliendo con las normas de Aeronáutica Civil y la Agencia de Auditoría de la Fuerza Aérea (AFAA, por sus siglas en inglés).
Su ubicación está en el kilómetro 7 de la capital industrial, esto facilita la aproximación de helicópteros y la llegada del pasajero para abordar la aeronave sin alejarse de la ciudad.
Volar está establecido legalmente como empresa de alquiler de servicios de helicópteros y cuenta con el Certificación de Operación Aeronáutica (COA), y el respaldo de
Robinson Helicopter Company en Estados Unidos para garantizar la seguridad de los vuelos.
Emilio Medina, ingeniero agrícola, graduado en Texas A&M University en 1981.
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Emilio Medina es el primer piloto de helicóptero al que el Gobierno de Honduras le ha dado licencia privada. “Creo que sigo siendo el único”.
La tripulación aérea de Volar está conformada por dos experimentados pilotos con formación profesional militar de la Fuerza Área Hondureña y la Academia Militar de Aviación.
El capitán Jesús Marcía Santos tiene en su haber más de 4,900 horas de vuelo y el capitán Carlos Castillo suma 3,450 horas. Han sido certificados también en Actualización y Emergencias por la fábrica Robinson en California, Estados Unidos.
Dentro de Honduras a la ciudad que más se vuela es a Tegucigalpa, representa el 75% de los vuelosy a Centroamérica el 5% por ciento.
Este es el regreso a los cielos de Centroamérica por una empresa hondureña después del cierre de operaciones de aerolíneas, destaca el empresario.
¿Seguridad o dinero?
El empresario sostiene que la poca cultura por los viajes en helicóptero se debe por dinero y no por la seguridad.
“El helicóptero es seguro, rápido y en realidad, un accidente se puede tener en un carro o en un avión. Según las estadísticas, el helicóptero nuestro es el más vendido y seguro del mundo. Se han producido más de 250,000 motores en el mundo de uno de los aviones que tengo”, comenta.
El Robinson R66 Turbine conserva muchas de las características de diseño del R44. Las diferencias notables son la turbina Rolls-Royce con el objeto de tener una generosa reserva de energía, un mejor rendimiento en altitud, el quinto asiento, y un compartimiento para equipaje más grande.
Además, presenta atractivas mejoras que incluyen luces de aterrizaje HID, asientos de cuero, y un panel de control de audio estéreo. La hora de vuelo en el R66 cuesta $980 y el R44 $750.
El valor de esta aeronave oscila entre 500,000 y 900,000 dólares,
El helicóptero además de transportar personas lo utilizan los clientes para la fotografía aérea, fumigación de caña de azúcar y palma aceitera, traslado de enfermos, supervisión de plantaciones, búsqueda de terrenos, construcción de hidroeléctricas, recorridos turísticos y amantes de nuevas aventuras.
“No tenemos competencia en Honduras. Sin embargo, lo triste es que el empresariado hondureño no ha requerido o no ha valorado la necesidad de optimizar su tiempo. Cosa contraria que en Guatemala los empresarios tienen entre tres y cuatro helicópteros para realizar sus actividades. Hemos luchado para que los empresarios valoren el optimizar su tiempo”, dice Medina.