San Pedro Sula, Honduras.
Desde hoy todas las empresas a nivel nacional, sin distinción, deben facturar sus ventas y compras de mercancías con la nueva documentación fiscal implementada por la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI).
Con el nuevo sistema tributario la base de contribuyentes al cierre de la semana pasada se había ampliado a 89,740 empresas; es decir, 8,740 más que las registradas en marzo de este año que contabilizaba 81 mil.
“Con el sistema de facturación se ingresaron a la base tributaria nuevos negocios”, informan las autoridades.
En este régimen entraron también los comerciantes individuales y aquellas personas que brindan un servicio, quienes ahora se verán obligados a facturar y a cobrar el 15% del impuesto sobre ventas (ISV).
Advierten que esta semana comenzarán los operativos de fiscalización para verificar que todas las empresas en el país estén adheridas al sistema. “Habrá medidas fuertes para quienes no realizaron el trámite en tiempo y forma”, apuntan funcionarios de la DEI.
“No están preparados”
Para Jorge Illescas, exdirector ejecutivo de la DEI, aunque el sistema ayudará a reducir la evasión fiscal y aumentar la captación de ingresos del ISV, la improvisación con que se desarrolló todo el proceso puede limitar los resultados.
Considera que este no era el momento adecuado para implementar la facturación electrónica. “Se tuvo que hacer de forma gradual, dividiendo a las grandes y pequeñas empresas. En otros países esto dura años en implementarse.
Las más golpeadas serán las mipymes. No estoy en contra del sistema, pero sí debieron dar más tiempo para echar andar el régimen”.
Luis Larach, vicepresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), indica que la formalización de los negocios es positiva, pero en el caso de los pequeños sí tendrá un impacto negativo.
“Aunque no hay una buena aceptación sobre esta medida, los empresarios siempre han sido cumplidores y sí acudieron a inscribirse”, manifiesta Larach.
Desde hoy todas las empresas a nivel nacional, sin distinción, deben facturar sus ventas y compras de mercancías con la nueva documentación fiscal implementada por la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI).
Con el nuevo sistema tributario la base de contribuyentes al cierre de la semana pasada se había ampliado a 89,740 empresas; es decir, 8,740 más que las registradas en marzo de este año que contabilizaba 81 mil.
“Con el sistema de facturación se ingresaron a la base tributaria nuevos negocios”, informan las autoridades.
En este régimen entraron también los comerciantes individuales y aquellas personas que brindan un servicio, quienes ahora se verán obligados a facturar y a cobrar el 15% del impuesto sobre ventas (ISV).
Advierten que esta semana comenzarán los operativos de fiscalización para verificar que todas las empresas en el país estén adheridas al sistema. “Habrá medidas fuertes para quienes no realizaron el trámite en tiempo y forma”, apuntan funcionarios de la DEI.
“No están preparados”
Para Jorge Illescas, exdirector ejecutivo de la DEI, aunque el sistema ayudará a reducir la evasión fiscal y aumentar la captación de ingresos del ISV, la improvisación con que se desarrolló todo el proceso puede limitar los resultados.
Considera que este no era el momento adecuado para implementar la facturación electrónica. “Se tuvo que hacer de forma gradual, dividiendo a las grandes y pequeñas empresas. En otros países esto dura años en implementarse.
Las más golpeadas serán las mipymes. No estoy en contra del sistema, pero sí debieron dar más tiempo para echar andar el régimen”.
Luis Larach, vicepresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), indica que la formalización de los negocios es positiva, pero en el caso de los pequeños sí tendrá un impacto negativo.
“Aunque no hay una buena aceptación sobre esta medida, los empresarios siempre han sido cumplidores y sí acudieron a inscribirse”, manifiesta Larach.
