Tres años después de que la roya destruyera el 50% de los cultivos de café en el país surge una nueva amenaza para el sector: la sequía, que pone en riesgo la producción de la cosecha 2015-2016.
Con ello peligran las metas de crecimiento y se aleja la posibilidad de volver a ocupar el sexto lugar como mayor productor del grano aromático a nivel mundial, título que ostentó el país en el año 2011 con una exportación arriba de los 7 millones de quintales, superando a la India, según la Organización Mundial del Café (OIC).
La ausencia de lluvia ha provocado que los cafetales, sobre todo en el occidente del país, registren pérdidas totales.
Un equipo de LA PRENSA viajó a Lepaera, Lempira, y pudo constatar que las plantas no tuvieron brote de granos, y las que sí, tienen un café que carece de calidad y nutrición.
Para Edgar Murillo, alcalde y cafetalero de este municipio, los daños causados por la sequía, que se extendió por el fenómeno de El Niño, “serán superiores a los registrados por la roya”, advierte.
El funcionario dice que están preocupados porque el 80% de la economía de la zona depende de la cosecha de café. “El sector comercial lleva más de tres años en quiebra desde la crisis de la roya. La economía de la localidad está deprimida”, recalca.
También en estricta altura
Jesús Reyes, técnico del Instituto Hondureño de Café (Ihcafé), explica que hasta las fincas ubicadas arriba de los 1,500 metros sobre el nivel del mar, donde se cultivan aromáticos especiales, sufren los embates de la sequía. “Vamos a tener más granos vanos (con poco peso), desprendidos y sin madurar.
El productor hizo el esfuerzo para que las fincas tuvieran buenos resultados de producción, pero la escasez de lluvia afectó los cafetales”.
El recuento de los daños asciende al 40% de la producción total de Lepaera, unos L140 millones.
Gerardo Lemus, productor de café de Santa Rosa, Copán, refiere que la falta de lluvia y el sereno que cae por la noche en esas zonas provoca un clima propicio para el alojamiento de patógenos como la roya, ojo de gallo y la cochinilla en las plantas.
“Estamos invirtiendo mucho dinero para combatir todas las enfermedades que pueden atacar las plantas. Pese a todo tendremos rendimientos de producción bajos porque la sequía nos afecta fuertemente”.
Mayor exposición
En zonas donde hay mayor humedad, como Santa Bárbara, la mayoría de los daños se registra en las fincas localizadas en las partes bajas.
Sin embargo, los efectos del cambio climático han acelerado el proceso de cosecha de todos los cafetales, que en años anteriores comenzaba en noviembre; sin embargo, ahora arrancará a finales de agosto, afirma Fredy Rápalo, productor de café de San Luis.
Miguel Pon, gerente de la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecafeh), asegura que aún no se reportan daños graves por la sequía. “Tal vez el problema que veremos por la falta de lluvia es la maduración irregular en las fincas porque el período de lluvias no es regular. De momento no podemos hablar de pérdidas, aunque estamos en alerta ante la posibilidad”, informa Pon.
Asterio Reyes, presidente del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), indica que las lluvias esporádicas que cayeron en los meses anteriores fueron suficientes para mantener el suelo nutrido.
Añade que contrario a registrar pérdidas esperan superar la producción del ciclo 2014-2015, cuyo cierre en septiembre se ha calculado en un volumen de producción de 7 millones de quintales. “Somos el único país de Centroamérica que va en crecimiento”.