El Progreso, Yoro, Honduras.
Los productores de maíz amarillo y la agroindustria nacional prevén que durante la cosecha 2014-15 el volumen de producción se elevará en un 50%; es decir, en 150 mil quintales más, por lo que al cierre del ciclo se obtendrán 300 mil quintales.
Las ventas del grano representarán para el sector agrícola arriba de L87 millones. Hay 2 mil productores que cultivan maíz en 1,400 hectáreas.
Se espera que el total de la producción reduzca en un 20% las importaciones del grano proveniente, en su mayoría, de Estados Unidos, explica Ángel Pérez, vicepresidente de la Asociación Hondureña de Productores de Alimentos Balanceados para Animales (Ahproaba).
“Proyectamos que para esta cosecha los agricultores aumentarán en 50% la producción de maíz amarillo; eso significa que sustituiremos una parte de la importación del grano”, manifiesta Pérez.
Señala que el convenio que se firmó en 2014 entre productores, industriales y autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) garantiza el precio del quintal en L290 y cuando el grano proviene de zonas alejadas y el traslado representa un mayor gasto se pagarán L10 más, fijando un valor de L300.
Para Roberto Paz, coordinador de la SAG en el Valle de Sula, la agricultura contratada permite a los productores percibir las ganancias totales, ya que venderán directamente a la agroindustria sin intermediarios. Además de que garantiza que todo el grano que produzcan será comprado.
“Por historia, los intermediarios siempre se han aprovechado de los productores, comprando el producto a precios muy bajos que desaniman a seguir sembrando, pero al tener asegurada la venta y el precio hay tranquilidad en el sector”, indica.
Marcelino Canales, productor de maíz en Las Vegas, Santa Bárbara, dice que en años anteriores no lograban sacar ni los costos de producción, ya que los “coyotes” devaluaban el producto. “Nosotros por no perder lo invertido terminábamos vendiendo barato. Esperamos que con este convenio las cosas cambien”.
Materia prima
La agroindustria de alimentos balanceados absorbe al año más de siete millones de quintales del grano para la elaboración de los alimentos de consumo animal. Pese a la oportunidad de mercado, los productores nacionales solo producen el 10% de las compras totales. “Nos vemos obligados a importar grano por la falta de oferta en el país. Esperamos que con las políticas de la agricultura contratada, en el futuro el mercado nacional pueda representar la mayor parte del consumo de la industria”, refiere María Antonia Rivera, directora de Ahproaba.
Los productores de maíz amarillo y la agroindustria nacional prevén que durante la cosecha 2014-15 el volumen de producción se elevará en un 50%; es decir, en 150 mil quintales más, por lo que al cierre del ciclo se obtendrán 300 mil quintales.
Las ventas del grano representarán para el sector agrícola arriba de L87 millones. Hay 2 mil productores que cultivan maíz en 1,400 hectáreas.
Se espera que el total de la producción reduzca en un 20% las importaciones del grano proveniente, en su mayoría, de Estados Unidos, explica Ángel Pérez, vicepresidente de la Asociación Hondureña de Productores de Alimentos Balanceados para Animales (Ahproaba).
“Proyectamos que para esta cosecha los agricultores aumentarán en 50% la producción de maíz amarillo; eso significa que sustituiremos una parte de la importación del grano”, manifiesta Pérez.
Señala que el convenio que se firmó en 2014 entre productores, industriales y autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) garantiza el precio del quintal en L290 y cuando el grano proviene de zonas alejadas y el traslado representa un mayor gasto se pagarán L10 más, fijando un valor de L300.
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“Por historia, los intermediarios siempre se han aprovechado de los productores, comprando el producto a precios muy bajos que desaniman a seguir sembrando, pero al tener asegurada la venta y el precio hay tranquilidad en el sector”, indica.
Marcelino Canales, productor de maíz en Las Vegas, Santa Bárbara, dice que en años anteriores no lograban sacar ni los costos de producción, ya que los “coyotes” devaluaban el producto. “Nosotros por no perder lo invertido terminábamos vendiendo barato. Esperamos que con este convenio las cosas cambien”.
Materia prima
La agroindustria de alimentos balanceados absorbe al año más de siete millones de quintales del grano para la elaboración de los alimentos de consumo animal. Pese a la oportunidad de mercado, los productores nacionales solo producen el 10% de las compras totales. “Nos vemos obligados a importar grano por la falta de oferta en el país. Esperamos que con las políticas de la agricultura contratada, en el futuro el mercado nacional pueda representar la mayor parte del consumo de la industria”, refiere María Antonia Rivera, directora de Ahproaba.
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