22/11/2024
08:00 AM

Gasolina super bajó L6.30 durante congelamiento de precios

Importadores aseguran que la medida logró estabilizar los precios de los combustibles en Honduras.

San Pedro Sula, Honduras.

Alzas de L6.30 en la gasolina súper y L0.91 en la regular no fueron trasladadas a los bolsillos de los consumidores durante un período de 120 días, tiempo que duró la medida de congelamiento en los precios de estos carburantes, asegura Desirée Medrano, directora ejecutiva del Consejo Hondureño de la Industria Petrolera (Cohpetrol).

La medida, que entró en vigor el pasado 7 de julio y hoy concluye, fue acordada por el Gobierno y los distribuidores de combustible del país.

“Las alzas que se iban a producir en las primeras cuatro semanas, desde que inició el convenio, fueron absorbidas por las empresas distribuidoras. Las que iban a darse a partir de la quinta semana fueron absorbidas por el Gobierno”, declara Medrano.

Objetivo

Para la representante de los importadores, la medida cumplió el objetivo de estabilizar los precios de los carburantes.

“Definitivamente, el convenio ayudó a estabilizar el precio de las gasolinas y contribuyó a contener el nivel de inflación del país. La iniciativa contemplaba fijar un techo en los precios de las gasolinas. Sin embargo, sí se efectuarían las rebajas”, explica.

Impacto

Por su parte, Mario Del Cid, asesor de la industria petrolera, considera que la medida no tuvo un impacto fuerte, ni era necesaria, porque los precios de los combustibles pronto irían a la baja. “Si se tiene una fórmula se debe dejar que esta opere libremente, así como opera el mercado. No se debe alterar por razones coyunturales. En este caso particular tuvo poco impacto porque cuando se dio el congelamiento los carburantes ya iban hacia la baja”, afirma. La Comisión Administradora de Petróleo (CAP) confirma que a partir de hoy la estructura de precios dependerá del mercado internacional.

“Desde ya pronosticamos nuevas rebajas, basándonos en el comportamiento que ha tenido el mercado”, explican representantes de la CAP.

Foto: La Prensa