Miami, Estados Unidos.
Al parecer, los electores hispanos pasarán por alto los comicios legislativos en mayor cantidad que lo usual, lo que podría privar a los demócratas de un bloque electoral que podría hacer la diferencia en muchas contiendas reñidas.
Muchos latinos están molestos porque esfuerzos de una reforma a la ley de inmigración están estancados en la cámara baja del Congreso, la cual está controlada por los republicanos, señalan votantes y defensores de los inmigrantes. A su vez, están decepcionados de que el presidente Barack Obama pospuso una acción ejecutiva sobre el tema, incluyendo una reducción de las deportaciones, hasta después de las elecciones.
Ese desencanto con ambos partidos podría salirles más caro a los demócratas, porque los hispanos votan en amplia mayoría por ese grupo. Algunos activistas están haciendo un llamado a los hispanos para que boicoteen la votación.
Además, los partidos y muchos candidatos al Congreso y las gobernaciones no han logrado el tipo de campañas sólidas para alcanzar a los latinos típicas en los años de elecciones presidenciales. Un creciente número de leyes estatales respaldadas por los republicanos que requieren que los posibles electores presenten identificación a la hora de votar podría a la larga reducir aún más la participación hispana, dicen los defensores.
“En este momento, el voto latino enfrenta muchos vientos en contra”, dijo Cristóbal Alex, presidente de Latino Victory Project, que promueve la formación de líderes y donantes hispanos.
La participación de los latinos usualmente es menor a la de otros grupos, especialmente en las elecciones legislativas. En 2010, 31% de los hispanos aptos para votar fueron a las urnas, frente a casi 49% de los blancos, según un análisis del Pew Research Center.
Aun así, debido prácticamente a aumentos en la población, el número total de votantes hispanos ha crecido de manera constante. La Asociación Nacional de Autoridades Latinas Electas y Nombradas proyectó hace unos meses que 7,8 millones de hispanos votarían este año, frente a 6,6 millones en 2010.
La baja participación hispana afectará a los senadores demócratas en estados como Colorado y Carolina del Norte con poblaciones latinas significativas, lo que pone en peligro el control del partido en la cámara. También dañaría los candidatos demócratas para gobernador en estados como Florida y Georgia. Según resultados, Obama ganó 71% del voto hispano en 2012, y en 2010, 60% de los latinos apoyó a los demócratas en contiendas en la Cámara de Representantes.
El Comité Nacional Demócrata hace poco lanzó una campaña en todo el país de comerciales de radio en español, parte de un esfuerzo para instar a los latinos a que a les demuestren a los escépticos que están equivocados. “Es hora de ponernos de pie”, dice el narrador.
Los republicanos, por su parte, están tratando de culpar a Obama por la falta de acción en inmigración y están tratando de llegar a los latinos enfocándose en la economía.
El Comité Nacional Republicano ahora tiene persona en 10 estados dedicado a que las campañas apunten y movilicen a los simpatizantes latinos, dijo el subdirector político, Jennifer Sevilla Korn.
De todos modos, los grupos de defensa dicen que los hispanos han, en su mayoría, descartado al Partido Republicano, debido a la retórica de muchos candidatos que es percibida como antiinmigrante y el papel del partido en bloquear las leyes de inmigración. Igual, si los votantes se quedan en casa, los demócratas tampoco se beneficiarán, dijo Matt Barreto, director de la encuestadora Latino Decisions.
Un sondeo en junio de su firma encontró que si el presidente no tomaba ninguna acción ejecutiva en inmigración, 54% de los votantes latinos tendrían menos ánimos de ir a votar y 57% se inclinaría menos a respaldar a los candidatos demócratas.
La tasa de aprobación de Obama entre latinos cayó a 52% en agosto de 75% en diciembre de 2012, según Gallup. Un sondeo de The Wall Street Journal, NBC News y Telemundo justo antes de que Obama pospusiera cualquier acción ejecutiva sobre deportaciones encontró a principios de septiembre que solo 11% de los votantes hispanos se sentían “muy positivos” sobre el Partido Republicano, mientras 13% tenía la misma impresión del Partido Demócrata.
Después de que los senadores demócratas de Arkansas, Louisiana, New Hampshire y Carolina del Norte votaron para apoyar un intento republicano fallido para limitar la autoridad de Obama para tomar decisiones ejecutivas sobre inmigración, la organización latina Presente Action, que dice que tiene 300.000 miembros, exhortó a los hispanos a no votar en esas elecciones para el Senado.
“Es fundamentalmente importante que empecemos a pedirle cuentas a esas autoridades que no nos representan adecuadamente”, dijo Arturo Carmona, director ejecutivo del grupo.
Los empadronadores de grupos de inscripción de votantes dicen que la frustración entre los latinos ha hecho que sea difícil registrar a más personas.
“Nos dicen por todos lados que están decepcionados de que el presidente no haya actuado en (el tema de) inmigración”, dijo Leo Murrieta, director de campo de Mi Familia Vota. “Pero todavía más, que la cámara baja Republicana no hizo nada”.
Al parecer, los electores hispanos pasarán por alto los comicios legislativos en mayor cantidad que lo usual, lo que podría privar a los demócratas de un bloque electoral que podría hacer la diferencia en muchas contiendas reñidas.
Muchos latinos están molestos porque esfuerzos de una reforma a la ley de inmigración están estancados en la cámara baja del Congreso, la cual está controlada por los republicanos, señalan votantes y defensores de los inmigrantes. A su vez, están decepcionados de que el presidente Barack Obama pospuso una acción ejecutiva sobre el tema, incluyendo una reducción de las deportaciones, hasta después de las elecciones.
Ese desencanto con ambos partidos podría salirles más caro a los demócratas, porque los hispanos votan en amplia mayoría por ese grupo. Algunos activistas están haciendo un llamado a los hispanos para que boicoteen la votación.
Además, los partidos y muchos candidatos al Congreso y las gobernaciones no han logrado el tipo de campañas sólidas para alcanzar a los latinos típicas en los años de elecciones presidenciales. Un creciente número de leyes estatales respaldadas por los republicanos que requieren que los posibles electores presenten identificación a la hora de votar podría a la larga reducir aún más la participación hispana, dicen los defensores.
“En este momento, el voto latino enfrenta muchos vientos en contra”, dijo Cristóbal Alex, presidente de Latino Victory Project, que promueve la formación de líderes y donantes hispanos.
La participación de los latinos usualmente es menor a la de otros grupos, especialmente en las elecciones legislativas. En 2010, 31% de los hispanos aptos para votar fueron a las urnas, frente a casi 49% de los blancos, según un análisis del Pew Research Center.
Aun así, debido prácticamente a aumentos en la población, el número total de votantes hispanos ha crecido de manera constante. La Asociación Nacional de Autoridades Latinas Electas y Nombradas proyectó hace unos meses que 7,8 millones de hispanos votarían este año, frente a 6,6 millones en 2010.
La baja participación hispana afectará a los senadores demócratas en estados como Colorado y Carolina del Norte con poblaciones latinas significativas, lo que pone en peligro el control del partido en la cámara. También dañaría los candidatos demócratas para gobernador en estados como Florida y Georgia. Según resultados, Obama ganó 71% del voto hispano en 2012, y en 2010, 60% de los latinos apoyó a los demócratas en contiendas en la Cámara de Representantes.
El Comité Nacional Demócrata hace poco lanzó una campaña en todo el país de comerciales de radio en español, parte de un esfuerzo para instar a los latinos a que a les demuestren a los escépticos que están equivocados. “Es hora de ponernos de pie”, dice el narrador.
Los republicanos, por su parte, están tratando de culpar a Obama por la falta de acción en inmigración y están tratando de llegar a los latinos enfocándose en la economía.
El Comité Nacional Republicano ahora tiene persona en 10 estados dedicado a que las campañas apunten y movilicen a los simpatizantes latinos, dijo el subdirector político, Jennifer Sevilla Korn.
De todos modos, los grupos de defensa dicen que los hispanos han, en su mayoría, descartado al Partido Republicano, debido a la retórica de muchos candidatos que es percibida como antiinmigrante y el papel del partido en bloquear las leyes de inmigración. Igual, si los votantes se quedan en casa, los demócratas tampoco se beneficiarán, dijo Matt Barreto, director de la encuestadora Latino Decisions.
Un sondeo en junio de su firma encontró que si el presidente no tomaba ninguna acción ejecutiva en inmigración, 54% de los votantes latinos tendrían menos ánimos de ir a votar y 57% se inclinaría menos a respaldar a los candidatos demócratas.
La tasa de aprobación de Obama entre latinos cayó a 52% en agosto de 75% en diciembre de 2012, según Gallup. Un sondeo de The Wall Street Journal, NBC News y Telemundo justo antes de que Obama pospusiera cualquier acción ejecutiva sobre deportaciones encontró a principios de septiembre que solo 11% de los votantes hispanos se sentían “muy positivos” sobre el Partido Republicano, mientras 13% tenía la misma impresión del Partido Demócrata.
Después de que los senadores demócratas de Arkansas, Louisiana, New Hampshire y Carolina del Norte votaron para apoyar un intento republicano fallido para limitar la autoridad de Obama para tomar decisiones ejecutivas sobre inmigración, la organización latina Presente Action, que dice que tiene 300.000 miembros, exhortó a los hispanos a no votar en esas elecciones para el Senado.
“Es fundamentalmente importante que empecemos a pedirle cuentas a esas autoridades que no nos representan adecuadamente”, dijo Arturo Carmona, director ejecutivo del grupo.
Los empadronadores de grupos de inscripción de votantes dicen que la frustración entre los latinos ha hecho que sea difícil registrar a más personas.
“Nos dicen por todos lados que están decepcionados de que el presidente no haya actuado en (el tema de) inmigración”, dijo Leo Murrieta, director de campo de Mi Familia Vota. “Pero todavía más, que la cámara baja Republicana no hizo nada”.