Tegucigalpa, Honduras.
Una delegación hondureña se jugará en Washington las últimas cartas ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y esta semana se conocerá si hay o no acuerdo.
El comunicado del FMI al finalizar su última visita el pasado 12 de septiembre, evidenció que hay algunos temas sobre los que todavía no hay consenso; aunque reconoció que hay avances para lograr un convenio sobre políticas macroeconómicas y reformas estructurales.
El presidente del Banco Central de Honduras (BCH) y coordinador del Gabinete Económico, Marlon Tábora, dejó entrever algunas dudas sobre la firma del acuerdo al decir: “Si finalizamos esta semana, estaríamos listos para firmar la carta de intenciones, que es el procedimiento que sigue en este caso, para luego ir al directorio el 10 de noviembre”.
La principal interrogante del FMI es si el Gobierno de Honduras tendrá la capacidad de alcanzar las metas propuestas. En agosto, el directorio del BCH revisó hacia el alza las metas fiscales para 2015 y mantuvo las de 2014; de acuerdo con las nuevas metas, el resultado del sector público no financiero se ajustó de 1.7% a 2.4% del PIB durante 2015. En el caso de la administración central, para 2014 se mantiene la meta de déficit fiscal en 5.2% del PIB, en tanto que para 2015 la meta cambió de 1.7% a 2.4% del PIB.
La duda del FMI sobre la sostenibilidad de las metas nace del historial de incumplimiento de los programas firmados con Gobiernos anteriores. Los últimos dos acuerdos duraron 18 meses cada uno, pero las administraciones de Manuel Zelaya y Porfirio Lobo no alcanzaron las metas indicativas.
Servicio de deuda
Otro elemento a considerar es que el servicio de la deuda pública para 2015, que supera los 31,500 millones de lempiras y el pago de salarios (36,564.8 millones), se llevarán el total del ingreso tributario, calculado en 66,571.1 millones de lempiras, por lo que todo proyecto productivo deberá financiarse con deuda.
El presupuesto enviado al Congreso Nacional para su discusión y aprobación lleva una disminución de 174.8 millones de lempiras para Salud y 708.5 millones para Educación en comparación con lo aprobado para 2014.
Una delegación hondureña se jugará en Washington las últimas cartas ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y esta semana se conocerá si hay o no acuerdo.
El comunicado del FMI al finalizar su última visita el pasado 12 de septiembre, evidenció que hay algunos temas sobre los que todavía no hay consenso; aunque reconoció que hay avances para lograr un convenio sobre políticas macroeconómicas y reformas estructurales.
El presidente del Banco Central de Honduras (BCH) y coordinador del Gabinete Económico, Marlon Tábora, dejó entrever algunas dudas sobre la firma del acuerdo al decir: “Si finalizamos esta semana, estaríamos listos para firmar la carta de intenciones, que es el procedimiento que sigue en este caso, para luego ir al directorio el 10 de noviembre”.
La principal interrogante del FMI es si el Gobierno de Honduras tendrá la capacidad de alcanzar las metas propuestas. En agosto, el directorio del BCH revisó hacia el alza las metas fiscales para 2015 y mantuvo las de 2014; de acuerdo con las nuevas metas, el resultado del sector público no financiero se ajustó de 1.7% a 2.4% del PIB durante 2015. En el caso de la administración central, para 2014 se mantiene la meta de déficit fiscal en 5.2% del PIB, en tanto que para 2015 la meta cambió de 1.7% a 2.4% del PIB.
La duda del FMI sobre la sostenibilidad de las metas nace del historial de incumplimiento de los programas firmados con Gobiernos anteriores. Los últimos dos acuerdos duraron 18 meses cada uno, pero las administraciones de Manuel Zelaya y Porfirio Lobo no alcanzaron las metas indicativas.
Servicio de deuda
Otro elemento a considerar es que el servicio de la deuda pública para 2015, que supera los 31,500 millones de lempiras y el pago de salarios (36,564.8 millones), se llevarán el total del ingreso tributario, calculado en 66,571.1 millones de lempiras, por lo que todo proyecto productivo deberá financiarse con deuda.
El presupuesto enviado al Congreso Nacional para su discusión y aprobación lleva una disminución de 174.8 millones de lempiras para Salud y 708.5 millones para Educación en comparación con lo aprobado para 2014.