Tegucigalpa, Honduras.
Su delicada situación financiera obliga a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) a tocar puertas para financiar sus proyectos energéticos.
La tarea se vuelve mucho más difícil porque los posibles proveedores de financiamiento ponen como condición que exista un acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, es precisamente la Enee el principal obstáculo para la firma de dicho acuerdo, por lo que se crea una especie de círculo vicioso difícil de romper.
Leonardo Deras, subgerente de la Enee, destacó la necesidad de obtener un aproximado de 160 millones de dólares para repotenciar algunos hidroeléctricos como Cañaveral y Río Lindo.
“Como parte de la entrada en vigencia de la nueva Ley de la Industria Eléctrica en la que la Enee se convertirá en una empresa que competirá con la parte de generación, es necesario repotenciar y mejorar nuestro parque de generación. Las centrales de Cañaveral y Río Lindo después de 40 años de operación necesitan someterse a una reparación profunda, pero sobretodo aumentarles su capacidad de generación”, dijo el funcionario. Según Deras, con la mayoría de las puertas cerradas, su mejor opción parece ser la gestión del crédito a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Jica, que es la agencia de cooperación japonesa.
“Existe la posibilidad de que obtengamos el financiamiento con ellos en términos muy concesionales de largo plazo y bajos intereses”.
Si las gestiones prosperan, Deras estima que los recursos estarían disponibles en los primeros meses del próximo año, lo que posibilitaría comenzar a ejecutar los proyectos hacia mediados de 2015. “Tenemos que hacer un plan de ejecución de forma escalonada porque no podemos prescindir de la generación de las represas en cuestión”, dijo el funcionario.
Otros proyectos
Deras agregó que la estatal eléctrica tiene en su lista una cartera de obras destinadas a atender adecuadamente el suministro eléctrico en la región occidental, la cual en los últimos años ha tenido que soportar un suministro deficiente, lo que limita sus posibilidades de desarrollo.
“Queremos extender la línea de interconexión centroamericana para resolver los problemas que hemos tenido”, acotó.
Su delicada situación financiera obliga a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) a tocar puertas para financiar sus proyectos energéticos.
La tarea se vuelve mucho más difícil porque los posibles proveedores de financiamiento ponen como condición que exista un acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, es precisamente la Enee el principal obstáculo para la firma de dicho acuerdo, por lo que se crea una especie de círculo vicioso difícil de romper.
Leonardo Deras, subgerente de la Enee, destacó la necesidad de obtener un aproximado de 160 millones de dólares para repotenciar algunos hidroeléctricos como Cañaveral y Río Lindo.
“Como parte de la entrada en vigencia de la nueva Ley de la Industria Eléctrica en la que la Enee se convertirá en una empresa que competirá con la parte de generación, es necesario repotenciar y mejorar nuestro parque de generación. Las centrales de Cañaveral y Río Lindo después de 40 años de operación necesitan someterse a una reparación profunda, pero sobretodo aumentarles su capacidad de generación”, dijo el funcionario. Según Deras, con la mayoría de las puertas cerradas, su mejor opción parece ser la gestión del crédito a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Jica, que es la agencia de cooperación japonesa.
“Existe la posibilidad de que obtengamos el financiamiento con ellos en términos muy concesionales de largo plazo y bajos intereses”.
Si las gestiones prosperan, Deras estima que los recursos estarían disponibles en los primeros meses del próximo año, lo que posibilitaría comenzar a ejecutar los proyectos hacia mediados de 2015. “Tenemos que hacer un plan de ejecución de forma escalonada porque no podemos prescindir de la generación de las represas en cuestión”, dijo el funcionario.
Otros proyectos
Deras agregó que la estatal eléctrica tiene en su lista una cartera de obras destinadas a atender adecuadamente el suministro eléctrico en la región occidental, la cual en los últimos años ha tenido que soportar un suministro deficiente, lo que limita sus posibilidades de desarrollo.
“Queremos extender la línea de interconexión centroamericana para resolver los problemas que hemos tenido”, acotó.