El colombiano James David Rodríguez Rubio nació el 12 de julio de 1991 en Cúcuta, Colombia. Heredó el nombre y la pasión por el fútbol de su padre Wilson James Rodríguez, que lo abandonó sin explicación alguna cuando apenas tenía tres años.
A esa edad, el pequeño James quedó a cargo de su madre María del Pilar Rubio y su padrastro Juan Carlos Restrepo. A ellos y su ambiente cercano siempre les preocupó que James era pasivo y trasmitía pocas emociones fuera de las canchas.
“Él nunca tuvo juguetes como los otros niños. Eso sí, tuvo balones de todos los tamaños y colores”, señalan en su familia. Ahí se comenzó a construir la carrera del que muchos años después se convertiría en el colombiano más caro de la historia.
Cuentan que en sus inicios en el fútbol se negaba a dar entrevistas por tal motivo, este mal lo acompañó hasta que paso del Envigado FC, su primer equipo, al Banfield de Argentina se fue tratando hasta que ahora apenas le quedan rasgos de ese defecto.
EL MÁS CARO
En su carrera James ha ido dejando cantidades de millones en el camino. El Porto se lo compró al Banfield por 7.1 millones de euros y después lo vendió al Mónaco por 40 millones.
James ha sido campeón con el Banfield en Argentina, el Porto en Portugal, Real Madrid en España y Bayer en Alemania. Foto AFP
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Después esa historia de amorío se quebró y recaló a préstamo en las filas de otro millonario: El Bayern Múnich. Club en el que seguirá a préstamo.
EL MUNDIAL
Ahora James, con 26 años, es una de las principales puntas de lanzas de la extraordinaria generación colombiana que llega al Mundial de Rusia 2018. Un grupo de grandes jugadores que intentarán dar a Colombia lo que solamente han soñado: Una copa del mundo. Aquel niño que venció la tartamudez, es ahora una estrella mundial.