Todo marchaba bien en el primer día de la preparación mundialista de Honduras en Fort Lauderdale. Sin embargo, no pasó mucho para que sonara la alarma en el campamento azul y blanco. Luis Garrido después de esforzarse al máximo sintió el dolor que lo ha perseguido la mayor parte del tiempo con su equipo Olimpia.
El volante de la Bicolor se retiró con molestias musculares, y según las primeras exploraciones médicas, habría recaído de su contractura muscular en la parte posterior izquierda del muslo derecho, lo que le haría perderse el Mundial de Brasil. Esa misma lesión lo privó para jugar en el duelo de ida de la gran final entre Olimpia y Marathón el pasado 1 de mayo.
El recio volante olimpista en las próximas horas será sometido a nuevas pruebas médicas para saber el alcance real de su lesión. Según explicó el cuerpo médico, al jugador se le hará terapia en piscina y en caso de no ser capaz de soportar las cargas de trabajo a las que será sometido todo el plantel antes de Brasil 2014,
TRATAMIENTO
Como si se tratase de un premonición, el cuerpo médico de la Bicolor sometió a Garrido a una resonancia magnética hoy mismo en horas de la mañana. Sin embargo, los resultados de la misma fueron negativos; esto dio tranquilidad a los integrantes del plantel técnico de la Bicolor, pero se siguieron tomando precauciones con el futbolista.
En los últimos 10 minutos de la práctica fue cuando se resintió Garrido. El panorama no luce alentador, su físico no le está respondiendo en el momento clave. En una carrera sintió un pinchazo, se lo comunicó al doctor Raúl Pérez y al preparador físico, Carlos Gutiérrez, quienes de inmediato decidieron no arriesgar, lo sacaron del entrenamiento para evitar una ruptura.
La principal causa para la recaída de la lesión de Garrido habría sido el no haber tomado una terapia tras la finalización del Clausura 2014 en el que su equipo se alzó con el título.
Aunque todavía falta un mes para la justa mundialista, de no recuperarse a tiempo el contención Olimpista, la responsabilidad podría recaer en el volante del Real España Edder el Camello Delgado, quien cumple la misma función que su compañero y que se encuentra en el grupo de los siete jugadores en reserva cuando se presentan estos casos.