El ex presidente de la Federación de Fútbol de Panamá, Ariel Alvarado, aseguró que se puso en contacto con las autoridades judiciales estadounidenses para responder a la acusación en su contra relacionada con el creciente escándalo por corrupción en el deporte.
En un comunicado difundido por los medios locales el sábado, Alvarado se declaró dispuesto a colaborar a fin de 'contribuir en el esclarecimiento total de los hechos que se investigan', aunque no quedó claro si planeaba viajar a Estados Unidos para ponerse a disposición de los investigadores de ese país.
Las autoridades judiciales de Panamá no se habían manifestado públicamente sobre las imputaciones contra el ex dirigente del fútbol nacional, ni se ha conocido algún tipo de requerimiento de parte de Estados Unidos a Panamá sobre el caso.
Alvarado, quien dirigió la federación panameña entre 2000-2011 e integra el Comité Disciplinario de la FIFA, fue señalado el jueves entre los 16 dirigentes de las confederaciones de fútbol de Norte, Centroamérica, el Caribe y Sudamérica (CONCACAF y CONMEBOL), como parte del abarcador caso de corrupción en el balompié.
Alvarado, un abogado de 56 años y que fungió como fiscal del Ministerio Público en Panamá, aseguró en el comunicado que no ha sido parte de alguna maniobra para cometer corrupción, fraude o lavado de dinero.
Dijo que como dirigente aceptó fondos de patrocinadores, a los que no identificó, para respaldar su campaña en las elecciones de la federación panameña, aunque no aclaró en qué momento lo obtuvo ni a cuánto ascendió el monto.
