Por un lado un nivel de corrupción 'inconcebible' según la justicia estadounidense y por otro proyectos de reforma en un sistema que se resiste a los cambios: a tres meses de la elección de su nuevo presidente, la Fifa se enfrenta a un reto de magnitud colosal para tratar de reconstruir la credibilidad perdida.
Las detenciones del jueves en Zúrich del paraguayo Juan Ángel Napout y el hondureño Alfredo Hawit, presidentes de Conmebol y Concacaf respectivamente, además de vicepresidentes de la Fifa, han reavivado las brasas del escándalo.
La justicia estadounidense anunció poco después la inculpación de ambos y de otros catorce dirigentes o exdirigentes del fútbol latinoamericano, entre ellos pesos pesados como el presidente de la Confederación Brasileña (CBF), Marco Polo del Nero, o el expresidente de la misma Ricardo Teixeira.
Tanto Napout como Hawit fueron suspendidos este viernes por 90 días por parte de la Comisión de Ética de la Fifa. 'Esta suspensión llega a petición de la Cámara de Instrucción de la Comisión de Ética, por el acto de acusación por fraude organizado y corrupción, publicada ayer (jueves) por el Departamento de Justicia de Estados Unidos', precisó la Fifa en su comunicado del viernes.
Las detenciones del jueves recordaron a muchos lo ocurrido el pasado 27 de mayo, cuando el 'FIFAGate' estalló con el arresto de siete dirigentes del fútbol, también en Zúrich a pedido de Estados Unidos, y la inculpación de un total de 14 personas.
'No sólo hace falta un cambio sobre el papel, hay que cambiar de personas', analizó para la AFP el jurista Mark Pieth, que presidió recientemente una comisión de reformas en la Fifa.
La fiscal general estadounidense, Loretta Lynch, dio explicaciones el jueves sobre la operación. 'El nivel de traición de la confianza en este caso es realmente indignante y la amplitud de la presunta corrupción es inconcebible', afirmó.
Cifró en 200 millones de dólares los sobornos que habrían circulado en la FIFA desde 1991. Y prometió perseguir a 'cada uno de los individuos culpables que siguen en la sombra'.
DEMASIADO POCO, DEMASIADO TARDE
Ante las acusaciones, el paquete de reformas aprobado el jueves por el Comité Ejecutivo de la FIFA parece ser poco ambicioso. Entre ellas está la limitación a 12 años de los mandatos del presidente o de los miembros del futuro Comité Ejecutivo, así como un 'control reforzado' de los mismos. El nuevo Consejo de la FIFA, que sustituirá al Comité Ejecutivo, se ampliará de 24 a 36 integrantes y habrá más transparencia sobre los salarios de los altos cargos.
Las propuestas de reformas todavía necesitan ser aprobadas en el Congreso extraordinario de la FIFA del 26 de febrero, donde se darán cita las 209 federaciones nacionales y donde se elegirá también al hombre que sucederá en la presidencia a Joseph Blatter, que renunció a continuar en el cargo ante la sucesión de escándalos de la organización.
'A pesar de los esfuerzos de la FIFA para llevar adelante estas reformas, probablemente es demasiado poco y llega demasiado tarde', comentó a la AFP el inglés Patrick Nally, un especialista mundial de marketing deportivo.
Más todavía teniendo en cuenta que algunas ideas de reforma han desaparecido: la limitación de edad del presidente o la presencia de miembros 'independientes' en el seno del gobierno de la FIFA, como representantes de los clubes o de los jugadores.
'SIEMPRE LOS MISMOS'
'Los responsables de la FIFA no han propiciado un cambio de ánimo. Son siempre los mismos los que están ahí y los que continúan defendiéndose', replica Pieth.
'La FIFA va tener que abrir su dirección y sus reformas a autoridades independientes', señala por su parte Nally. Ese último punto ha sido reclamado, sin éxito, por los principales patrocinadores de la organización, como Coca-Cola, McDonald's, Visa, AB Inbev o Adidas.
¿Cambiará el tono la elección del nuevo presidente? Según Mark Pieth, 'no hay garantía de que los candidatos a la presidencia encarnen el cambio necesario'.
En la actualidad, cinco candidatos están autorizados a presentarse: el príncipe jordano Ali, el jefe bahreiní Salman, el suizo Gianni Infantino, el francés Jérôme Champagne y el sudafricano Tokyo Sexwale.
El presidente de la UEFA, el francés Michael Platini, desea ser candidato en la votación del 26 de febrero, pero está por el momento suspendido provisionalmente y se arriesga a una suspensión de por vida por un controvertido cobro de 1,8 millones de euros en 2011 recibido de Blatter, presuntamente por unos trabajos de asesoría que habían concluido en 2002.
Platini declarará ante la Comisión de Ética de la FIFA 'probablemente entre el 16 y el 18 de diciembre', confirmó el viernes a la AFP una fuente cercana a la propia FIFA.