La ansiedad y la falta de contundencia del Lepaera se confabularon para que el equipo haya caído en casa el domingo 0-1 frente al Juticalpa, que se despachó con la cuchara grande en el juego de ida de la liguilla de la Segunda División de Honduras.
Empujado por una bulliciosa afición local, los dirigidos por Guillermo Bernárdez iniciaron el asedio sobre el marco contrario desde muy temprano. Con más ganas que fútbol procuraban tomar ventaja en el en su casa, donde solo habían caído una vez en tres torneos.
Tuvieron algunos acercamientos al área olanchana, el más claro en piernas de capitán Mauro Reyes, quien frente al marco remató suave a la manos del portero rival Edin Pacheco.
Pasaron los minutos y el ímpetu local fue frenado por el oficio del conjunto canechero, que cuenta en la media cancha con Nahúm Ávila y Orvin Paz.
Con el partido controlado, los visitantes consiguieron su primer gol visitante a los 29 minutos. El mismo fue precedido de una gran atajada del portero cafetalero Brayan Vázquez, exigido por un disparo del 'Pájaro' Paz.
En la misma jugada, un rebote llegó al pie de Wilson Turcios en el costado derecho y sin pensarlo, mandó un centro venenoso al área, cabeceado de forma certera por Ovidio Lanza. Balde de agua fría para los cafetaleros y su afición.
Arreció sus ataques el Lepaera, pero estos fueron bien controlados por la defensa olanchana.
SEGUNDO TIEMPO
Tratando de administrar la ventaja conseguida, Juticalpa retrasó filas para incomodar más los ataques del local. Entonces el partido se convirtió en un monólogo para los de Lempira.
El capitán Reyes estrelló un poderoso zurdazo en la horizontal defendida por los canecheros. En la grada comenzaron a pedir gol y lo que sucedía en la cancha daba impresión que era cuestión de tiempo el empate.
El defensor Edgar Juárez ahogó el grito de gol de todo Lepaera, al salvar el la línea de sentencia un cabezazo del colombiano Abderson Martínez. Era minutos angustiosos para los visitantes.
Mediante el balón parado, los locales tuvieron infinidad de posibilidades para hacer daño, pero casi siempre sus ejecuciones fueron erradas. Así se les esfumó el tiempo. Incluso Lanza tuvo oportunidad de liquidar el partido para Juticalpa, en el único ataque serio que hicieron en la segunda mitad.
Mientras el del bombo salía del estadio, en la cancha se diluyeron las esperanzas del empate. Lepaera cayó en su fortín, pero lo hizo ante el único invicto del Ascenso. Ahora irá en busca de una hombrada a las pampas olanchanas.