Puerto Cortés, Honduras.
A lo largo de los años en el fútbol hondureño han surgido jugadores virtuosos, que nos han llenado el ojo y nos han sorprendido con sus dotes futbolísticos.
Llámense delanteros, volantes, defensas o porteros; los hemos exaltado y al final se llevan todo el crédito. Muy pocas veces o casi nunca nos preguntamos quién descubrió o formó a estos futbolistas que un día fueron perfectos desconocidos y al siguiente aparecieron firmando contratos en el extranjero o brillando con selecciones.
En Honduras nadie se atreverá a discutir que Hermelindo Cantarero es el cazatalentos más importante que existe en el país. Son alrededor de 400 futbolistas los que este perito mercantil y contador público, convertido en entrenador de fútbol, ha descubierto tras observar jugadores en todos los rincones del país por casi 40 años.
Cantarero, nacido hace 59 años en La Lima, siendo un cipote, aparte de jugar fútbol en la liga mayor de Choloma, donde se trasladó a vivir con sus padres, le picaba el gusanito por enseñar y descubrir los potenciales de sus compañeros y de los más jóvenes.
“Recuerdo que yo jugaba de lateral izquierdo para el equipo El rey de Choloma, de Liga Mayor, pero ya ahí empezaba a enseñar a niños y a descubrir valores y los entrenaba en un lugar llamado Quedrada Seca”, nos relata.
Con 17 años, el ahora adiestrador, estando en ese equipo, Selim Canahuati, directivo de Platense, se lo llevó a primera división, donde jugó por siete temporadas; pero se vio obligado a dejar su carrera por una grave lesión.
“Fue Ricardo el Cañón Fúnez, que jugaba de defensa central, y el entrenador del equipo, Nestor Matamala, los que me persuadieron para que me encargara de manejar a los jóvenes en la escuela de Indepor; desde entonces ya llevo 40 años descubriendo talentos y formando a jugadores”, relata.
Futbolistas como Julio César de León, Edgard Álvarez, Carlos Costly, Danilo Turcios, Donis Escober, Osman Chávez, Víctor Muma Bernárdez, Emil Martínez, Mario Berríos y, una lista interminable que han triunfado con sus equipos y con la Selección, fueron descubiertos o pasaron por las manos del estratega en su formación profesional.
Edgard Álvarez fue de los primeros descubrimientos de Cantarero. “Edgard llegó al Platense diciendo que era lateral, pero observamos que por su velocidad y su potencia podía jugar en la segunda línea, y ello le valió no solo estar en la selección, sino también salir al extranjero”.
En el caso de Costly, uno de los mayores referentes del fútbol hondureño, Cantarero asegura que cuando el Cocherito vino de México se probó con Real España y Marathón, pero no lo quisieron porque ya venía con 24 años de edad; sin embargo, él vio sus condiciones y convenció al técnico Roque Alfaro y a la directiva de Platense para que lo contrataran y desde entonces le cambió la vida al jugador.
En el caso de Víctor Bernárdez, el dos veces mundialista con Honduras, asegura que estando en una gira por Atlántida lo vio jugar y se dio cuenta que tenía potencial para ser un buen zaguero central, pero al igual que Álvarez, el joven “Muma” Bernárdez insistía en que era contención y no un central. “Peleé con él por eso”, aunque tampoco pude llevarlo al Platense porque el equipo no contaba con recursos, y finalmente Motagua lo compró”.
Tiene que ser un jugador alto, preferiblemente de piernas largas, pero que sepa manejar el juego a ras de pasto como el juego aéreo. Si es pequeño de estatura tiene que ser muy habilidoso.
Una de las claves que Cantarero tiene como parte de la formación de jugadores, es que antes de reclutarlos pide referencia de ellos, pues sostiene que una buena formación de valores estriba en la disciplina.
“Aquí yo no acepto jugadores peludos, con peinados estrafalarios, con aritos, o que anden la gorra volteada. Ellos lo saben y por eso así como han venido muchos, se han ido”.
Un requisito fundamental es que los muchachos se comprometan a estudiar, y a la vez los motiva para que vayan a la iglesia y adopten principios cristianos.
Actualmente, Hermelindo Cantarero es el responsable de las reservas del Platense, y cuenta con una gama de jugadores, que tienen una edad entre los 16 y 19 años, listos para saltar al primer equipo.
De todos los jugadores que ha formado, Cantarero dice sentirse especialmente orgulloso con el hallazgo del volante selacio, Julio César “Rambo” de León, que a su juicio ha sido el más talentoso de los que ha tenido como descubridor de talentos y que actualmente destaca aún con 35 años en la Liga Nacional con el Platense.
A lo largo de los años en el fútbol hondureño han surgido jugadores virtuosos, que nos han llenado el ojo y nos han sorprendido con sus dotes futbolísticos.
Llámense delanteros, volantes, defensas o porteros; los hemos exaltado y al final se llevan todo el crédito. Muy pocas veces o casi nunca nos preguntamos quién descubrió o formó a estos futbolistas que un día fueron perfectos desconocidos y al siguiente aparecieron firmando contratos en el extranjero o brillando con selecciones.
En Honduras nadie se atreverá a discutir que Hermelindo Cantarero es el cazatalentos más importante que existe en el país. Son alrededor de 400 futbolistas los que este perito mercantil y contador público, convertido en entrenador de fútbol, ha descubierto tras observar jugadores en todos los rincones del país por casi 40 años.
Cantarero, nacido hace 59 años en La Lima, siendo un cipote, aparte de jugar fútbol en la liga mayor de Choloma, donde se trasladó a vivir con sus padres, le picaba el gusanito por enseñar y descubrir los potenciales de sus compañeros y de los más jóvenes.
 Cantarero muestra a sus dirigidos la forma en que deben perfilarse para patear el balón.
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Con 17 años, el ahora adiestrador, estando en ese equipo, Selim Canahuati, directivo de Platense, se lo llevó a primera división, donde jugó por siete temporadas; pero se vio obligado a dejar su carrera por una grave lesión.
“Fue Ricardo el Cañón Fúnez, que jugaba de defensa central, y el entrenador del equipo, Nestor Matamala, los que me persuadieron para que me encargara de manejar a los jóvenes en la escuela de Indepor; desde entonces ya llevo 40 años descubriendo talentos y formando a jugadores”, relata.
Futbolistas como Julio César de León, Edgard Álvarez, Carlos Costly, Danilo Turcios, Donis Escober, Osman Chávez, Víctor Muma Bernárdez, Emil Martínez, Mario Berríos y, una lista interminable que han triunfado con sus equipos y con la Selección, fueron descubiertos o pasaron por las manos del estratega en su formación profesional.
Edgard Álvarez fue de los primeros descubrimientos de Cantarero. “Edgard llegó al Platense diciendo que era lateral, pero observamos que por su velocidad y su potencia podía jugar en la segunda línea, y ello le valió no solo estar en la selección, sino también salir al extranjero”.
En el caso de Costly, uno de los mayores referentes del fútbol hondureño, Cantarero asegura que cuando el Cocherito vino de México se probó con Real España y Marathón, pero no lo quisieron porque ya venía con 24 años de edad; sin embargo, él vio sus condiciones y convenció al técnico Roque Alfaro y a la directiva de Platense para que lo contrataran y desde entonces le cambió la vida al jugador.
 El descubridor de talentos del Platense indica a uno de sus jugadores la manera apropiada en que debe cubrir el balón.
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Cantarero cuenta que pese a la frustrada contratación, “me dio una gran alegría al verlo jugar en Motagua como defensa central”, recuerda.
También cuenta la anécdota de que cuando descubrió a Danilo Turcios en el bajo aguán, en Platense no lo quisieron porque era muy bajo de estatura, por lo que el “Enano” fue a probar suerte con la Universidad, y el tiempo le dio la razón porque Turcios pasó a convertirse con los años en uno de los mejores volantes del país.
¿Cuáles son las cualidades que usted considera que debe de tener un jugador para poderlo amoldar y que se convierta en un futbolista profesional?
 Aquí el adiestrador enseña a sus pupilos cómo lanzar un penal.
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Una de las claves que Cantarero tiene como parte de la formación de jugadores, es que antes de reclutarlos pide referencia de ellos, pues sostiene que una buena formación de valores estriba en la disciplina.
“Aquí yo no acepto jugadores peludos, con peinados estrafalarios, con aritos, o que anden la gorra volteada. Ellos lo saben y por eso así como han venido muchos, se han ido”.
Un requisito fundamental es que los muchachos se comprometan a estudiar, y a la vez los motiva para que vayan a la iglesia y adopten principios cristianos.
Actualmente, Hermelindo Cantarero es el responsable de las reservas del Platense, y cuenta con una gama de jugadores, que tienen una edad entre los 16 y 19 años, listos para saltar al primer equipo.
De todos los jugadores que ha formado, Cantarero dice sentirse especialmente orgulloso con el hallazgo del volante selacio, Julio César “Rambo” de León, que a su juicio ha sido el más talentoso de los que ha tenido como descubridor de talentos y que actualmente destaca aún con 35 años en la Liga Nacional con el Platense.
