Escandaloso, polémico e insólito, así se podría describir lo ocurrido en los últimos minutos del partido entre Real Sociedad y Marathón, en el que el árbitro Manuel Zelaya pitó un penal a favor de los tocoeños por una acción que no ameritaba y los jugadores verdolagas decidieron retirarse del campo.
Todo corría con normalidad en el estadio Francisco Martínez Durón hasta el minuto 86. El guardameta esmeralda Júnior Morales se quedó cun un balón ante la presión de Henry Martínez. El arquero, en señal de calma, dio un par de palmadas en el trasero al delantero, de esas que se dan en el mundo del fútbol.
Pero para el árbitro Manuel Zelaya fue una agresión y, auxiliado por su asistente Denis Mazariegos, mostró tarjeta roja directa a Morales y pitó penalti, ante la sorpresa de todos en la cancha.
Los jugadores del Marathón no sabían lo que pasaba, estaban incrédulos y rápidamente se fueron encima del sílbante a reclamarle por la decisión que tomó. Pasaron los minutos y los verdolagas seguían rodeando a Zelaya.
Después el entrenador Héctor Castellón, expulsado en el primer tiempo, le indicó a sus dirigidos que abandonaran el terreno de juego y éstos obedecieron, acto siguiente el árbitro Manuel Zelaya pitó el final del encuentro (1-1).