Los panameños votaron este domingo para elegir presidente en unos comicios marcados por la influencia del exmandatario Ricardo Martinelli, condenado por lavado de dinero y cuyo delfín, paradójicamente, es favorito para gobernar un país agobiado por la corrupción.
El mandatario, que logró poner de rodillas a las pandillas y convirtió a El Salvador en el “país más seguro de América Latina”, aspira a un polémico segundo mandato.
El Congreso de Perú rechazó el viernes un proyecto para adelantar las elecciones generales y poner fin a manifestaciones tras el fallido golpe de estado del destituido presidente Pedro Castillo, que dejan al menos 18 muertos.
El conservador Partido Popular conquistó el domingo la mayoría absoluta en las elecciones de Andalucía, otrora bastión de la izquierda, asestando un duro golpe a los socialistas del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, a un año y medio de las elecciones generales.