California, Estados Unidos.
Emma Stone guarda más de un paralelismo con su personaje en el musical La La Land, una de las cintas que suenan con fuerza para los próximos Óscar, y asegura, en una entrevista con Efe, que pensó “mil veces en renunciar” a su sueño de convertirse en actriz.
“Pensé mil veces que esto no era para mí”, confesó la actriz antes del estreno de La La Land en Honduras el próximo viernes. “Pero sabía que no quería hacer otra cosa. Tenía muy claro cuál era mi deseo. No había más. Puede sonar como una locura, y, en realidad, no sé aún cómo aguanté en ciertos momentos”, agregó.
Un reto divertido.
Al igual que su personaje en la ficción, Stone pasó años tratando de mostrar su talento en multitud de audiciones y nunca perdió la fe en sus posibilidades a pesar de los constantes rechazos.
Dato
Junto a ella estuvo en todo momento Gosling, con quien canta el tema estrella de la banda sonora, City of Stars. “Ryan es un talento único, incomparable e irremplazable”, admite la actriz.
|
“Conozco perfectamente esa sensación. O la de pensar que algo va a salir adelante y no es así finalmente. Me mudé a Los Ángeles con 15 años para ser actriz y nunca paré hasta lograrlo”, sostuvo la intérprete.
Stone reveló, asimismo, que la misma directora de casting que la había rechazado en múltiples proyectos fue quien le dio su primera gran oportunidad en Superbad, la comedia que le abrió las puertas en Hollywood a proyectos posteriores como Zombieland, Easy A, Crazy, Stupid, Love o The Help.
Dirigida y escrita por Damien Chazelle, La La Land cuenta la historia de Mia (Emma Stone), una joven aspirante a actriz, y Sebastian (Ryan Gosling), un entregado músico de jazz, que se conocen en Los Ángeles mientras tratan de hacer realidad sus sueños, al mismo tiempo que afrontan las frustraciones de los inicios. “Los Ángeles significa muchas cosas para mí”, indicó Stone, nominada al Óscar como mejor actriz de reparto por Birdman”.
Emma y Ryan Gosling en una escena de La La Land.
|
“Es un lugar adonde se cumplen y se destruyen los sueños de mucha gente. Todos acudimos aquí por la misma razón: ser parte del mundo del entretenimiento. Pero puede ser una ciudad muy dura si no eres de mentalidad fuerte”, añadió.
La La Land fue elegida como película del año por el Círculo de Críticos de Nueva York y parte como favorita para los premios Critic’s Choice, con 12 nominaciones. Además, Emma Stone se hizo con la Copa Volpi a la mejor actriz en la 73 edición de la Mostra de Cine de Venecia.
Stone canta, baila y enamora en La La Land, un musical para el que ensayó durante casi tres meses y para el que le sirvió su experiencia previa en el teatro con la obra Cabaret.
“Aquello me hizo disponer de más resistencia que nunca. Y, sobre todo, me ayudó a tener más fe en mí como actriz”, confesó la intérprete de Scottsdale (Arizona).
Magia clásica.
“En el teatro cuentas una historia cada noche y perdí la voz en muchas ocasiones. Pasé varias noches actuando enferma. Me di cuenta de que no soy una máquina y que no todo puede salir perfecto siempre. Me enseñó a no ser tan dura conmigo misma”, explicó.
Con unos números musicales de ensueño, desde el que abre la película en plena autopista de Los Ángeles hasta los que se desarrollan en una de las colinas de Hollywood o el observatorio Griffith, Chazelle logra recuperar la magia de los clásicos de Fred Astaire y Ginger Rogers y de las coreografías diseñadas por Gene Kelly y Stanley Donen.
“Fue un gran reto, pero enormemente divertido”, señaló Stone, quien reconoció que para ella es más difícil cantar que bailar.“Disfruto mucho bailando, pero la voz es mi talón de Aquiles; realmente no sé si la odio o me encanta. Para tener plena confianza en ella me sirvió mucho el trabajo en Cabaret, pero también las múltiples clases de canto que tomé. No fue nada fácil”, sostuvo.