La socialista Michelle Bachelet, la primera mujer en llegar a la Presidencia de Chile en 2006, volvió a hacer historia este martes al regresar al sillón presidencial y convertirse en el primer mandatario reelecto en democracia.
En una solemne ceremonia en el Congreso, Bachelet fue nuevamente investida como presidenta de Chile por los próximos cuatro años, pese a asegurar que nunca buscó alcanzar este puesto.
'Nunca he buscado el poder. Jamás en mi vida pretendí ser presidenta de la República. La vida me ha ido poniendo en posiciones destacadas', confesó Bachelet al semanario chilenos The Clinic hace un año.
Como en su primera candidatura, Bachelet se vio empujada a aceptar postularse a la reelección al concitar una enorme popularidad, sobre todo en los sectores pobres y entre las mujeres, donde la devoción hacia ella es total.
¿Podría haberse negado a aceptar esta nueva postulación?
'Si hubiera nacido distinta, probablemente. Parece que en mi leche materna venían las palabras 'deber' y 'responsabilidad'. Los incentivos para quedarme (en Nueva York, al frente de la oficina ONU-Mujer) eran altos. Estaba en un trabajo precioso', agregó en esa misma entrevista.
Después de cuatro años, Bachelet dejó el gobierno impedida de acceder a la reelección inmediata con una popularidad récord del 84%.
Despojada de su cargo, se radicó en Nueva York pero siguió liderando en Chile todos los sondeos de popularidad e intención de votos, sin que de la oposición ni del oficialismo emergiera ninguna figura que pudiera competirle.
En el nombre del padre
Nacida en Santiago el 29 de septiembre de 1951, médico pediatra, separada y madre de tres hijos, heredó el sentido del deber de su padre, el general de Aviación Alberto Bachelet, quien marcó profundamente su carácter y vocación política.
Alberto Bachelet murió a los 51 años a causa de las torturas a las que fue sometido tras ser arrestado el día del golpe de Estado que instauró la dictadura de Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973, por mantenerse fiel al gobierno del derrocado Salvador Allende.
'El general Bachelet marca la vida de Michelle Bachelet en varios aspectos. Es una niña que nace prematura, a los siete meses, y debe estar en incubadora por un mes.
Esto va a marcar la relación del padre con su hija, porque él siempre va a ser muy sobreprotector con ella', dijo a la AFP la periodista Rocío Montes, una de las autoras del libro 'Hijas de General', que narra la vida de Bachelet y la relación con su padre.
'Su muerte la marca como hija pero también como la persona política que es hoy', agrega Montes.
Del general Bachelet, Michelle hereda también el carácter sociable y amistoso, la risa fácil y la gran cercanía que logra con la gente.
La trágica muerte de su padre la sorprende siendo una veinteañera estudiante de medicina y ya con una activa militancia en el Partido Socialista.
Tras el fallecimiento del general, Michelle y su madre, Angela Jeria, son arrestadas, torturadas y parten al exilio. Vivieron primero en Australia y luego en Alemania oriental.
Una foto arriba de un tanque
Bachelet y su madre regresaron a Chile en 1979. En el país ella terminó sus estudios de medicina y ambas siguieron ayudando a otras víctimas de la dictadura. Se graduó en 1982, en plena dictadura, la misma que vetó 'por razones políticas' su solicitud para trabajar en la salud pública.
Luego ganó una beca para especializarse en pediatría. En 1994, ya en democracia, ingresó como asesora al Ministerio de Salud y siguió estudiando en materia de defensa, tema que le apasiona y en el que también se vislumbra la herencia de su padre.
Dos años después, Bachelet acomete su primera contienda electoral como candidata a alcaldesa de la comuna de Las Condes de Santiago, un bastión derechista en el que fue derrotada tras conseguir un escaso 2,35% de los votos.
En 2000, bajo el gobierno del socialista Ricardo Lagos, fue nombrada ministra de Salud. Dos años más tarde pasó a Defensa, convirtiéndose en la primera mujer titular de esa cartera en América Latina.
En 2002, una foto en la que aparece montada en un tanque del Ejército inspeccionando labores de rescate durante una inundación es para muchos el comienzo del llamado 'fenómeno Bachelet'.