Redacción.
Abundan los cuellos chinos, también llamados 'Mao', las mangas amplias o japonesas y los materiales como el raso y el shantung de seda, además de ricos bordados meticulosos que semejan los tapices tradicionales de aquellas culturas.
No hay que olvidar los kimonos, legendarias batas amplias originarias de Japón que se han visto en las principales pasarelas del mundo y también en muchas alfombras rojas.
Oriente y Occidente siempre han estado unidos y se retroalimentan mutuamente. Y la moda no es la excepción, ya que, históricamente, muchos diseños vienen de sitios tan mágicos y exóticos como China, Corea o Japón.
'En esta temporada, la influencia de estos países es evidente debido a la riqueza, sutileza y potencia de sus textiles y estilos, que han trascendido el tiempo', afirma la coordinadora Luz María Carrera.
Entre los diseñadores con fuerza en esta tendencia se encuentran Issey Miyake, Vera Wang y Alexander Wang, asegura la especialista.
Para esta temporada existe una amplia gama de vestidos entallados con escotes halter, trabajados en seda, con fondos oscuros y adornados por flores inusuales en tonos claros.
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No hay que olvidar los kimonos, legendarias batas amplias originarias de Japón que se han visto en las principales pasarelas del mundo y también en muchas alfombras rojas.
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