Miami, Estados Unidos
Su nombre salió a la luz el miércoles mientras el Departamento del Tesoro emitía un comunicado en el que involucraba a tres miembros de la familia Rosenthal y a su apoderado legal en delitos de lavado de activos y narcotráfico.
A eso del mediodía, mientras la información se hacía pública en Honduras, el abogado Norman Moscowitz se presentaba a una corte de Miami acompañando como defensor al empresario hondureño Yankel Rosenthal, detenido el martes en ese país y quien es señalado por el Departamento del Tesoro junto a su tío Jaime Rosenthal, su primo Yani y el abogado Andrés Acosta.
Desde entonces el perfil de Moscowitz, quien es un especialista en la representación altamente efectiva de empresas públicas y privadas, a sus directores, propietarios, funcionarios y empleados en todos los aspectos que tengan que ver con la ley; ha tomado relevancia.
Es dueño del bufete Moscowitz & Moscowitz y junto a su esposa Jane es el responsable de la defensa del dirigente deportivo Yankel Rosenthal.
Obtuvo sus conocimientos en la Escuela de Leyes de la Universidad de Harvard y en la Universidad de Princeton, donde recibió su maestría en Política y Estudios Rusos.
Ha efectuado investigaciones antimonopolio, sobre fraude financiero y de valores, delitos ambientales, fraude bancario, lavado de dinero, corrupción pública, controles y violaciones en exportaciones, asuntos de inhabilitación de la OFAC y EPLS, prácticas corruptas extranjeras, fraude de inmigración corporativa tanto penales como civiles, y fraude de atención médica.
También ha representado con éxito a clientes en procedimientos civiles de decomisos y en procedimientos reguladores de inhabilitación.
Antes de dedicarse a la práctica privada en 1993, Moscowitz fue fiscal federal y consejero litigante principal en la Oficina del Fiscal de Estados Unidos en Miami hace once años. Por eso, Moscowitz es un hombre acostumbrado a las investigaciones preliminares del jurado y grandes alegatos ante el tribunal.
Antes de mudarse a Miami en 1982 para trabajar en la Oficina del Fiscal de Estados Unidos, trabajó en la Oficina del Departamento de Justicia de Investigaciones Especiales en Washington, donde ejerció la acción de desnaturalización de los participantes en los crímenes de guerra nazis.
Ha sido incluido entre los mejores abogados en América durante quince años, en 2014 fue seleccionado como mejor abogado en defensa criminal administrativa del año en Miami. Las cámaras de comercio de Estados Unidos lo citan como uno de los abogados principales para América en el área de negocios y crímenes administrativos, entre otros logros.
