Mientras haya esperanza habrá vida, es el lema clásico al revés, pues desde siempre nos enseñaron que mientras haya vida hay esperanza, lo cual ha alentado y fortalecido los esfuerzos para superar dificultades y enfermedades.
Joel Álvarez, esposo de Miriam Zulema, fue quien interpuso la denuncia de búsqueda, fue quien la identificó a Zulema y quien lloró, pero hoy se sabe que fue él que la mató.