Mientras haya esperanza habrá vida, es el lema clásico al revés, pues desde siempre nos enseñaron que mientras haya vida hay esperanza, lo cual ha alentado y fortalecido los esfuerzos para superar dificultades y enfermedades.
Además de las muertes y de las secuelas físicas que la pandemia del covid-19 produjo en el mundo entero, ha sido evidente que la salud mental de la población mundial fue afectada seriamente.