20/05/2024
01:51 AM

A cuidar el agua

    El agua es un bien más que precioso. Sin ella la vida en el planeta se vuele insostenible. No hay verdadero aseo personal sin agua, ni producción de alimentos, ni energía hidroeléctrica. De ahí que fomentar una consciencia responsable sobre su uso es urgente.

    Los moradores de Tegucigalpa y de otras importantes ciudades de Honduras saben por experiencia propia las dificultades que deben enfrentar para el desarrollo de sus rutinas diarias cuando falta el líquido vital. Pero también hay serios problemas de abastecimiento de agua en cabeceras departamentales como Santa Rosa, Juticalpa o La Ceiba. Con la llegada de la estación seca las fuentes de agua merman notablemente y no queda más remedio que someter a la población a radicales racionamientos porque es la única manera de llegar a la siguiente época lluviosa con las reservas mínimas.

    Por lo anterior, es un deber ciudadano tomar conciencia sobre el uso responsable del agua. El hecho de pagar una tarifa, francamente modesta, no es razón suficiente para desperdiciarla. Resulta poco solidario e irrespetuoso para con muchísimos compatriotas derrocharla mientras a otros no les llega ni para beber.

    En Honduras no hemos tenido todavía enfrentamientos violentos por la explotación de las fuentes de agua, como ya se ha dado en algunas capitales de América Latina, sin hablar de otras zonas del planeta Tierra. En países del primer mundo, incluso, se ha llegado a controlar hasta los niveles de llenado de los tanques de los servicios sanitarios o inodoros para ahorrar agua o se han cubierto las superficies de los reservorios y represas para evitar su evaporación. Urbes como Nueva York, Ciudad de México o Ciudad del Cabo han debido, en su momento, implementar medidas especiales para obligar a sus pobladores a hacer un uso responsable del agua.

    Educar en el uso del agua es educar para el futuro. En el estado estadounidense de California, este líquido precioso ya cotiza en bolsa, igual que el petróleo y el oro, y ya se predice el precio que podría tener según las estaciones del año.

    En Honduras, como en otros países tropicales, tenemos abundantes recursos hídricos. Pero no son inagotables. La explotación irracional del bosque, el pastoreo de ganado, los incendios provocados, pueden llevarnos a una catástrofe ambiental en la que la falta de agua sería uno de los detonantes.

    De ahí que, antes de que sea tarde; antes de que nos peleemos a muerte por una cubeta de agua, tomemos consciencia y actuemos en consecuencia.