Permisos de trabajo causan división entre migrantes en EEUU

El Gobierno de Biden extendió la elegibilidad laboral a casi medio millón de venezolanos recién llegados a EEUU.

Foto:

Habiendo construido vidas desde que ingresaron a EU hace años, los indocumentados quieren trabajar legalmente.

mié 24 de abril de 2024

Por: Miriam Jordan y Lydia Depillis/The New York Times

Sam Sanchez, dueño de un restaurante en Chicago, se indignó cuando el Presidente Joseph R. Biden Jr. anunció en septiembre que su Administración extendería la elegibilidad laboral a casi medio millón de venezolanos, muchos de ellos inmigrantes que recientemente habían cruzado ilegalmente la frontera.

¿Qué sucedía con sus empleados indocumentados como Rubén, un padre mexicano de dos hijos nacidos en Estados Unidos que ha estado en el País desde 1987, y Juan, otro trabajador mexicano, que ha capacitado a docenas de nuevos empleados?

“Es ofensivo que mis empleados y otros inmigrantes estén siendo brincados por recién llegados”, dijo Sanchez.

Después de haber construido vidas y familias desde haber ingresado ilegalmente al País hace muchos años, han estado esperando un camino para trabajar legalmente. Obtener un permiso de trabajo abre una gama más amplia de oportunidades y eleva los salarios de los inmigrantes en un 10 por ciento en promedio, muestra una investigación.

$!Los indocumentados de su restaurante deberían poder obtener permisos de trabajo, dijo Sam Sánchez.

“Para quienes llevamos mucho tiempo tratando de hacer todo bien, simplemente no es justo que seamos olvidados”, dijo Juan, de 53 años, cuyo apellido no se reveló debido a su estatus.

Trabajo temporal

Ante una afluencia de migrantes que se dirigen a las grandes ciudades, Biden ha permitido que varios cientos de miles de ellos vivan y trabajen temporalmente en EU en un esfuerzo por hacerlos menos dependientes de refugios y otras ayudas.

“Si el Presidente Biden puede otorgar permisos de trabajo a recién llegados, puede hacerlo para las personas que tienen más de 10 años pizcando nuestras cosechas, vaciando orinales y limpiando habitaciones de hotel”, dijo Rebecca Shi, directora ejecutiva de la Coalición Estadounidense de Inmigración Empresarial.

Los líderes empresariales tienen décadas de estar presionando por que se reforme el fallido sistema de inmigración y que se aborden sus necesidades laborales. Pero los llamados no han llegado a ninguna parte en un Congreso cada vez más polarizado.

Aproximadamente tres cuartas partes de las 10.5 millones de personas indocumentadas en Estados Unidos en el 2021 formaban parte de la fuerza laboral, reporta el Centro de Investigación Pew. Alrededor de 2 millones de la población indocumentada total tiene un estatus legal temporal que los hace elegibles para trabajar.

Pero una acción del Presidente para permitir que millones más trabajen legalmente podría provocar impugnaciones judiciales y ataques políticos. La propuesta más reciente de Biden —un proyecto de ley de este año para frenar la migración ilegal— fue respaldada por los principales republicanos del Congreso. Pero colapsó después de que los líderes republicanos retiraron su apoyo, cediendo a la presión del ex Presidente Donald J. Trump.

$!Los padres de Eréndira Rendón son indocumentados de México que trabajaron y pagaron impuestos durante décadas.

Aunque en los últimos años se han emitido más visas para trabajadores invitados de temporada para algunos sectores, los patrones dicen que otorgar permisos de trabajo a inmigrantes no autorizados de mucho tiempo ayudaría más a abordar la escasez de mano de obra.

El dinero que aportan los inmigrantes indocumentados a las arcas públicas ha aumentado la sensación de que los esfuerzos recientes para los recién llegados son injustos. De acuerdo con un análisis de los datos del censo del 2021 realizado por el Consejo Estadounidense de Inmigración, los trabajadores indocumentados pagaron 31 mil millones de dólares en impuestos federales, estatales y locales.

Eréndira Rendón, cuyos padres son mexicanos indocumentados mayores de 60 años, ha visto a los alcaldes presionar a la Casa Blanca para que emita permisos de trabajo a inmigrantes recién llegados. Su madre enlató encurtidos y su padre trabajó en un rastro, pagaron los estudios universitarios de sus dos hijos y compraron una casa. Como no pueden obtener beneficios de jubilación, dependen de sus hijos.

“Me gustaría que los alcaldes defendieran con tanta fuerza a los indocumentados que han estado aquí todos estos años”, dijo Rendón, de 38 años, que trabaja para un grupo sin fines de lucro en Chicago, el Proyecto Resurrección, que ayuda a nuevos inmigrantes.

© The New York Times Company 2024

The New York Times International Weekly ➤           

Aún durante la guerra, Ucrania adora el café