La emergencia por la falta de agua potable en La Ceiba obligó a las autoridades regionales del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa) a improvisar un reservorio a última hora en el río Danto, principal abastecedor del vital líquido.
Debido al bajo caudal en la toma por la sequía solo está trabajando uno de los dos motores y se envían apenas 150 litros por segundo, de 650 que se inyectan normalmente.
“No podemos encender los dos motores porque hay poca cantidad de agua y se corre el riesgo de que se queme. Con estos trabajos estamos captando la mayor cantidad de agua para subirla a la planta elevadora”, apuntó Darío Cruz, gerente regional del Sanaa.
Ante la falta del vital líquido en los hogares de los más de 21,000 abonados del servicio, las personas se ven obligadas a comprar el agua. Habitantes de colonias enteras como Las Flores y parte alta de la Suyapa, entre otras, han amenazado hasta con tomarse las calles para que les resuelvan la situación.
Autoridades centrales del Sanaa llevan un poco más de dos décadas sin invertir en proyectos de captación de agua, a pesar de que esta zona cuenta con numerosos ríos y acuíferos.
148
Millones de lempiras es la deuda que tienen abonados con el Sanaa. Autoridades invitan a realizar los pagos para así gestionar fondos a nivel central.
Deuda. Los más de 21,000 abonados que tiene el Sanaa en La Ceiba deben 148 millones de lempiras. Esto preocupa a las autoridades regionales, ya que dicha deuda va en aumento y no hay inversiones.
Cruz afirmó que están haciendo acciones para recuperar la millonaria deuda. El sector sur y oeste de esta ciudad caribeña son los sitios que más le adeudan al Sanaa, entre altos y bajos consumidores.
Según investigaciones, gran parte de esta deuda son abonados que no tienen “la costumbre de pagar” y aunque les cortan el servicio se reconectan ilegalmente. En otros casos, el personal del Sanaa no interviene algunos sectores por ser altamente peligrosos. Asimismo, hay colonias enteras conectadas de forma clandestina.
Otra gran parte de la población se niega a pagar argumentando que el vital líquido no les llega.
En agosto de 2023 llegó a La Ceiba procedente de Tegucigalpa una maquinaria prestada por Copeco para que el Sanaa perforara seis pozos para hacer frente a la sequía por el verano.
Ocho meses después, el proyecto no se ejecutó debido a falta de gestión de los materiales por parte del Sanaa. El equipo ya fue pedido por Copeco para que regrese a la capital.
